El entrenador de la UD Las Palmas, Paco Herrera, ha reconocido este sábado que "entendería" que fuese destituido del cargo por los malos resultados. No obstante, se resiste a "arrojar la toalla" porque está convencido de que su equipo ganará este domingo al Sporting de Gijón.
"Son muchos años entrenando y he visto de todo. Te guste o no, tengo que aceptar lo que pueda ocurrir, pero antes de que ocurra, lo único que puedo hacer es seguir peleando y ser lo más honesto posible con mi trabajo y con mis convicciones. Lo demás no está de mi mano", destacó Herrera en rueda de prensa.
El técnico catalán insiste en que sigue viendo "brotes verdes" en su equipo. También reconoce que esa mejoría no se ve acompañada por los resultados, pese al "convencimiento" e "intensidad" de sus jugadores en los entrenamientos.
"En el día a día no hay ansiedad, y lo que veo me invita al optimismo. No estoy vendiendo humo, solo nos falta ganar, espero que se dé la vuelta a todo, porque en dos partidos puede cambiar. Pero hay que ganarlos, enlazar dos victorias, en casa y también fuera", explicó Herrera ante los periodistas.
Asimismo confesó que podría introducir alguna "variante" en el once inicial ante el Sporting. En ningún caso prevé cambiar el sistema de juego porque a su juicio "no ayudaría" a dar la estabilidad que busca.
Con respecto al Sporting, al que dirigió la temporada anterior hasta que fue destituido en diciembre por los malos resultados, indicó que su fortaleza está en el juego por dentro y destacó a Cristian Salvador, Nacho Méndez y Sousa.
"Hay jugadores que conozco porque los he tenido. El equipo sufrió un cambio, apareció José Alberto, el entrenador del filial, como parece que también se solicita aquí. Es muy buen entrenador, trata de jugar al fútbol, han fichado dos o tres jugadores importantes y debemos tener las orejas de punta con algunos resultados que ha conseguido fuera de casa", resumió.