Le llaman el reaparecido, aunque en realidad nunca se fue. Su irrupción en el once inicial fue la gran novedad del Sporting de Gijón en Soria, ante el Almería repitió presencia. Sin oportunidades en LaLiga 1|2|3 desde la llegada de José Alberto al banquillo rojiblanco, Francisco Molinero ha sido el elegido por el técnico asturiano para ocupar el lateral zurdo de la defensa las dos últimas jornadas. El toledano ha aportado una importante dosis de sobriedad y seguridad a la zaga, que le vuelven a colocar en disposición de luchar por asentarse en el equipo.
Todo oficio y veteranía, Molinero no encontraba un hueco en los planes del entrenador. Profesional con amplia experiencia, las semanas sin minutos transcurrían sin una mala palabra ni un mal gesto, ni una ausencia en los ensayos, siempre trabajando por una nueva oportunidad. La recompensa, en Los Pajaritos en forma de exitosa reaparición 14 jornadas después, ante el Almería dio continuidad a su buen hacer.
Sobrio y seguro, lateral zurdo por exigencias del guión, volvió Molinero. Sus últimos minutos en Liga, antes de Soria, se remontaban al encuentro de despedida de Rubén Baraja. Desde entonces, la Copa del Rey había sido su único escaparate.
Ante Numancia y Almería fue el elegido por José Alberto López para tratar de añadir mayor empaque a la línea defensiva de los rojiblancos. La apuesta ha sido exitosa. Pese a que el entrenador disponía de dos laterales zurdos naturales a su disposición, Javi Noblejas y Carlos Cordero, el madrileño se ha mostrado como una opción de garantías.
Molinero, con su posición natural cubierta con nota por el portugués André Geraldes, oposita ahora a asentarse en la banda izquierda. El inminente regreso de Roberto Canella promete elevar aún más la competencia. Sin embargo, el lateral toledano ha reaparecido con toda la intención de quedarse con el puesto.