No hay lugar para la contención en el fútbol de Uros Djurdjevic. El atacante serbio del Sporting de Gijón, ejemplifica sobre el verde, la intensidad, el espíritu de lucha y el ímpetu de un equipo que está dispuesto a pelear por todo hasta el último día del campeonato. Un futbolista de sangre caliente y, pese a sus nueve amarillas, de guante blanco. El máximo goleador sportinguista se unía frente al Granada a la amplia lista de apercibidos con la que cuenta José Alberto López de cara a la próxima cita.
La amenaza de las sanciones sobrevuela la recta final de la remontada rojiblanca. Si Francisco Molinero se ve obligado a descansar esta misma jornada, hasta nueve componentes de la plantilla gijonesa forman la nómina de advertidos. El serbio y Álvaro Traver, han sido los últimos en unirse a la lista.
Djurdjevic está a un paso de cumplir su segundo ciclo de amonestaciones. La curiosidad en el caso del delantero aparece al comprobar que sus amarillas provienen, en su inmensa mayoría, de la intensidad con la que vive los encuentros y no del juego brusco. Discusiones con adversarios, observaciones a los colegiados, un remate con la mano y alguna contra frenada con agarrón, adornan los actas en las que el serbio aparece como amonestado. Sangre caliente.
Así las cosas, de cara al partido de este próximo sábado ante el Nàstic en el Nou Estadi de Tarragona, hasta nueve componentes de la plantilla que se encuentran apercibidos de sanción.
Un nómina de advertidos en la que se encuentran, el lateral izquierdo Geraldes, el central francés Mathieu Peybernes, además del centrocampista Nacho Méndez y del extremo Álvaro Traver. Cuatro hombres capitales en los planes del técnico rojiblanco las últimas jornadas. Junto a ellos ya se encontraban, Álex Pérez, Hernán Santana y André Sousa, además de Carlos Cordero, que las últimas semanas ha dejado de participar con el primer equipo para reforzar al filial.