La ausencia por lesión de Aitor García se ha convertido en un importante contratiempo para el Sporting. Desde que se confirmara el alcance de sus problemas físicos, el hueco dejado por el onubense en las alineaciones de José Alberto, ha trastocado los planes del técnico y lastrado las prestaciones del equipo. La ausencia del extremo ha venido acompañada de la ausencia de victorias.
La baja de Aitor García ha coincidido con el bache definitivo de los rojiblancos, que únicamente han sumado dos de los últimos nueve puntos en disputa. Su ausencia no justifica el frenazo, pero ha ayudado para sumar desconcierto sobre el verde. El entrenador de los gijoneses ha tenido que buscar soluciones para la banda izquierda, en el tramo crucial de la temporada, cuando parecía haber encontrado el hombre ideal para sus planteamientos.
Indiscutible en las alineaciones rojiblancas desde su llegada en el mercado invernal, Aitor García se había adueñado de la banda izquierda, huérfana en gran parte de las últimas dos campañas. Jony se había encargado de revitalizarla durante la segunda mitad del pasado curso y el onubense, en menor escala, se había hecho lo propio en este tramo de temporada, dando profundidad y mucha implicación en el trabajo defensivo.
Mientras apura su proceso de recuperación, supera el ecuador de su periodo de baja estimado, José Alberto trata de encontrar un sustituto de garantías. El rendimiento de Ivi López, titular en Tarragona, o de Carmona en las últimas citas, no ha pasado de discreto, mientras que opciones como Robin Lod o Álvaro Jiménez no han sido tomadas en consideración, salvo los últimos minutos del finlandés en Mallorca. La recta final de una decepcionante campaña presenta escaso retos para los roijblancos, más allá de apurar hasta el final sus remotas posibilidades y encontrar el modo de superar el lastre de la ausencia de Aitor García.