Uros Djurdjevic ha demostrado a lo largo de la temporada que es todo compromiso, en el terreno de juego y fuera también. El serbio, a las puertas del final de curso, puso voz en Mareo a sus pensamientos de futuro. Responsabilizado e ilusionado, el delantero espera el asueto veraniego con los cinco sentidos puestos en cargar pilas para tratar de llevar al Sporting a Primera división.
No ha sido un año sencillo para Djuka, ni en lo personal, ni en lo colectivo. Lastrado por un largo proceso de adaptación al fútbol español, más el costo económico de su incorporación, sus primeros meses como rojiblanco levantaron suspicacias entre los seguidores asturianos. El trabajo y sacrificio nunca estuvieron bajo sospecha, sin embargo, el gol se resistía.
Una vez llegó el primer grito, soltada la carga, apareció el esperado goleador. Un incordio constante para las defensas rivales. Con sombras, como todo el equipo, pero despejando dudas con cada nuevo gol. A falta de una última jornada, con 11 dianas en su haber, únicamente siete delanteros de la categoría superan al serbio en tantos cosechados en LaLiga 1|2|3.
Con un alto grado de implicación y la misma ambición con la que persigue un balón cedido de la defensa al arquero, Djurdjevic se ha mostrado dispuesto a ser uno de los pilares sobre los que se construya el tercer asalto a la máxima categoría. Apuesta del director deportivo rojiblanco, Miguel Torrecilla tiene en su mano dotar de mimbres al equipo para que la ilusión del serbio, y de todo el sportinguismo, se haga realidad.