La penúltima prueba de pretemporada sirvió de gran ayuda a José Alberto. El técnico rojiblanco puso, a menos de diez días para el comienzo de liga, sus cartas sobre la mesa. Alineó al once que, si la competición liguera comenzara mañana, saltaría al césped de Montilivi. Con la salvedad del extremo izquierdo, el resto son los fijos de José Alberto en un esquema que, poco a poco, va adquiriendo la forma que quiere el mister del Sporting de Gijón.
La prueba no salió como el técnico quiso. El Valladolid fue un rival que no dejó respirar al Sporting, a pesar de no dar uso a sus jugadores titulares. Sergio González maniató a José Alberto con un fútbol rápido y vertical que dificultó mucho a los rojiblancos. A pesar de ello, se pudieron ver ciertas lineas claves del concepto de José Alberto como, por ejemplo, el centro del campo. A día de hoy, la figura de Cristian Salvador se antoja clave para el técnico asturiano. Ya liberado de sus ocupaciones de central, el zamorano forma junto a Javi Fuego un centro del campo muy defensivo. Incluso, hasta demasiado.
En la linea defensiva, lo esperado en Palencia. La zaga formada por Molinero, Marc Valiente, Babin y Damián Pérez era la que se preveía como titular. En cambio, lo visto en el partido frente al Valladolid puede provocar un cambio en la defensa. Y es que el nivel ofrecido por Borja López durante los 20 minutos que saltó al césped puede dar un toque de atención a Marc Valiente. El catalán, que erró en varias jugadas, puede ver como el recién llegado le come la tostada. Eso ya será decisión de José Alberto.
Y en la parte de arriba, el tridente formado por Neftali, Djurdjevic y Aitor García evidenció que, nuevamente, el Sporting necesita un refuerzo en el extremo zurdo. El equipo necesita profundidad por esa parte del campo, algo que el suizo-angoleño no termina de ofrecer. En cambio, suple esa falta de espacios con trabajo y físico. Pero no es suficiente.
Con todas las cartas puestas sobre el tapete, el once de José Alberto frente al Valladolid mostró virtudes y carencias. Mucho por arreglar en la última semana de preparación, previa al inicio del verdadero juego. El entrenador cuenta con buenas cartas en su mano, ahora solo es necesario saber jugarlas de manera adecuada.