Puro ADN rojiblanco
El primer once con el que el Sporting de Gijón formó en LaLiga Smartbank fue la corroboración de una promesa. Miguel Torrecilla, en su afamada rueda de prensa final de temporada, hablaba de devolver al Sporting jugadores que conocieran la casa. El centro del campo es la mejor representación posible. Javi Fuego, Nacho Méndez y Manu García conformaron en Girona una medular marcado por un mismo valor: el conocimiento de Mareo y el sentimiento rojiblanco. ADN Sporting.
El director deportivo salmantino afrontaba su tercer año en el Sporting caminando sobre la cuerda floja. Para asegurarse el camino, quiso fijar bien sus pisadas. Y para ello, utilizó materiales que sabía que no iban a defraudar a la afición. Jugadores salidos de la Escuela de Fútbol de Mareo, desvinculados del club pero con un arraigado sentimiento rojiblanco. Es el caso de Javi Fuego o Manu García, jugadores que rechazaron ofertas de mayor calibre para regresar al Sporting y jugar en casa.
A estos dos jugadores, se les unió en la medular el tercer lado del triángulo rojiblanco. Nacho Méndez, uno de los mayores exponentes, junto a Manu García, de la generación del 98, partía desde el inicio en el encuentro frente al Girona, conformando un centro del campo con puro ADN rojiblanco. Además, la convivencia desde categorías inferiores con Manu hace que la compenetración entre ambos jugadores sea visible a pie de campo. Incluso fuera del terreno de juego, donde comparten una complicidad que los convierte en inseparables.
Un once con ADN Mareo
La presencia de un centro del campo con tres jugadores salidos de Mareo no fue la única participación de la cantera en el once. En la zaga, otro de los 'repatriados', Borja López también fue de la partida en el primer partido desde su regreso. Por delante, Pablo Pérez ocupó el extremo zurdo, jugando un gran encuentro. En total, cinco jugadores salidos de la Escuela de Fútbol de Mareo en el once titular frente al Girona. Algo está cambiando en este Sporting. El ADN rojiblanco se vuelve a dejar ver.