"No celebraría el gol, pero si meto el de la victoria en el minuto 93, soy persona"
Álvaro Jiménez está de vuelta a El Molinón. El extremo regresará este fin de semana a Gijón con la camiseta del Albacete. Tras un año en el Sporting en el que apuntaba a estrella y acabó estrellado, el cordobés guarda un bonito recuerdo de su paso por Asturias.
Esta tercera jornada de LaLiga SmartBank será especial para él: “Me siento querido por la afición del Real Sporting, me trataron muy bien y espero buen recibimiento por su parte".
El excanterano del Real Madrid, ahora propiedad del Getafe, está centrado en el partido. “Ahora lo único que importa es el partido en El Molinón. Ni la pretemporada, ni Almería ni Girona. Conozco al Sporting y es un equipo importante en Segunda. Su entrenador pide que la gente esté muy metida, tienen buenos refuerzos. No sé qué Sporting nos espera, pero lo que sé es que será un partido muy difícil", indicó.
En el encuentro, se podría dar la situación de que el cordobés marcase gol, algo que solo logró en una ocasión durante la temporada pasada. En ese caso, Álvaro Jiménez ha declarado que cree que "no lo celebraría el gol si lo meto". Pero, al mismo tiempo, añadió que "si meto el gol de la victoria en el minuto 93, soy persona y habría mucha euforia".
Su paso por Gijón
Álvaro Jiménez llegó al Sporting después de realizar dos buenas temporadas en Madrid con el Getafe. Sobre todo el primer año con el conjunto azulón, en el que consiguió el ascenso a LaLiga Santander. En la segunda campaña en el Coliseum Alfonso Pérez perdió el protagonismo que sí tenía en Segunda división. Eso provocó que el club presidido por Ángel Torres le buscara una salida en forma de cesión.
Cuando aterrizó en Gijón, el cordobés tenía muchas papeletas para convertirse en un jugador referencia en el ataque sportinguista. La realidad fue bien distinta. Con Rubén Baraja fue un jugador fijo, pero su situación cambió con la llegada de José Alberto al banquillo.
El ovetense empezó a jugar, pero ocho partidos después, Álvaro Jiménez comenzó a desaparecer de los partidos del Sporting. A partir de febrero, el cordobés tan solo disputó cinco minutos. Concretamente fueron los minutos finales del derbi asturiano.
Más allá de esos efímeros minutos, el cordobés no entró en las convocatorias de José Alberto durante todo el tramo final de temporada.