Adrian R. Huber,Gijón, 23 sep (EFE).- No hay líneas suficientes para describir el peso que Joaquín Alonso tiene en la historia del Real Sporting de Gijón. Quepa, no obstante, apuntar que nadie vistió tantas veces como él (644) la camiseta rojiblanca; con la que brilló en la época de oro del club -entre 1976 y 1992-, logrando un subcampeonato de Liga, dos de Copa y seis participaciones europeas.,Fiel a los mismos colores durante toda su carrera ('One Club Man'), en una entrevista con la Agencia E
Adrian R. Huber
Gijón, 23 sep .- No hay líneas suficientes para describir el peso que Joaquín Alonso tiene en la historia del Real Sporting de Gijón. Quepa, no obstante, apuntar que nadie vistió tantas veces como él (644) la camiseta rojiblanca; con la que brilló en la época de oro del club -entre 1976 y 1992-, logrando un subcampeonato de Liga, dos de Copa y seis participaciones europeas.
Fiel a los mismos colores durante toda su carrera ('One Club Man'), en una entrevista con la Agencia EFE EFE que tuvo lugar en Gijón, en el marco de un acto en el que fue premiado por la Peña Isma -que también galardonó a José Luis Rubiera, histórico jefe de prensa del club-, Joaquín comenta cómo ve al equipo actual; y qué recuerdos tiene de aquel Sporting glorioso y de su paso por la Selección, con la que jugó el Mundial de España'82.
Pregunta: Le vuelven a reconocer su trayectoria con el mejor Sporting de toda la historia. ¿Qué recuerdos la vienen a la mente?
Respuesta: Cuando tienes un acto como éste, un reconocimiento de una Peña que tiene tanta incidencia dentro del sportinguismo, con veinte años de compromiso... valoras todo lo bueno que viviste con el club. Ver aquí a Novoa, a Jiménez, a Cundi, a Redondo, a (Iñaki) Tejada ('segundo' de Abelardo y de Manolo Preciado), a Gerardo (Ruiz, legendario preparador físico del club), a las instituciones, a la alcaldesa... está todo el mundo que tiene una vinculación directa o indirecta con el club. Y es una gran satisfacción.
El hecho de que uno sea el centro de ese foco, más todavía. Y el poder compartirlo con una persona como Leli (Rubiera), más aún; porque él es uno de los grandes activos de este club, que a veces la gente desconoce por su discreción. Pero del que resalto su buen hacer y su saber estar; siempre. En las buenas y en las malas.
P: Para los que recordamos al Sporting del que usted fue uno de los buques insignia -entre otros, junto al fallecido Enrique Castro 'Quini' (que el lunes hubiera cumplido 70 años) y al argentino Enzo Ferrero-, desgraciadamente no hay comparación con éste. ¿Cree que alguna vez el Sporting volverá a ser lo que fue? ¿O es imposible?
R: Es lo que tenemos que intentar conseguir, en un futuro. No es fácil ver una masa social como la nuestra, que, por ejemplo, el domingo metió 23.000 personas en el campo; y que a veces está entre las cinco con más asistencia de todo el fútbol profesional.
Eso es muy significativo. Ahora no es tan fácil subir a Primera y mantenerse. No hay que tener prisa por conseguirlo, pero no hay que dejar de pensar en ese objetivo; para que cuando se logre tengamos una base, un sentido de pertenencia y unos valores muy arraigados. Yo presumo de ellos: toda mi vida sólo jugué en este club. Y me siento orgulloso. Ése es el camino para que todo esté más asentado y para que volvamos a ser un equipo reconocible dentro de la elite.
P: No son pocos los que en Asturias piensan que la Liga 1978-79 se le escapó al Sporting por asuntos algo más que deportivos. ¿Qué pasó, realmente? ¿Por qué no se ganó aquel campeonato?
R: Nos faltó experiencia, sobre todo en el partido decisivo. El Madrid fue mejor que nosotros ese día. Fueron más solventes, porque estaban acostumbrados a jugar ese tipo de partidos. Pero miras y los logros de esos años, con Miera y con Novoa, fueron espectaculares.
Incluso con Ciriaco. Jugábamos en Europa con gente de aquí. Siempre recordaremos el gol de Luis Enrique en Valencia en 1991 que nos clasificó para la Copa de la UEFA...
P: Le pregunto de otra forma. Si de aquella existiese el VAR, ¿el Sporting tendría algún título en sus vitrinas?
R: (ríe) Hombre, en una competición, a lo largo de todos los partidos... te dan y te quitan. A lo mejor tenemos en mente el partido de Salamanca (previo al del Real Madrid), en el que perdimos (por acumulación de tarjetas) a Enzo Ferrero (postrado en el suelo, cuando Ciriaco, asimismo amonestado en ese lance, solicitaba distancia de la barrera), que era un hombre muy importante.
Sí es cierto que antes los equipos grandes tenían, digamos, los arbitrajes que tenían... pero al final, en una temporada larga, te dan y te quitan. No hay que valorar un partido concreto, sólo.
P: De los tres títulos que rozaron, ¿cuál estuvo más cerca?
R: Aquella Liga (1978-79) estábamos convencidos de que la podíamos haber ganado. También las finales de Copa, sobre todo la primera (1981), en el Calderón. Después del empate a uno teníamos al Barcelona contra las cuerdas. Pero no supimos rematarlo.
La otra final (en 1982) fue más circunstancial. Veníamos de un partido en domingo en casa, contra el Betis, a vida o muerte. Había una huelga de la AFE y ellos (el Madrid) no habían mandado al equipo titular a Castellón. Fueron con el Castilla y llegaban más descansados. Ahí penalizó el aspecto físico, porque, además, esa final se jugó de martes, por asuntos protocolarios de la Casa Real.
Pero los otros dos títulos creo que los tuvimos muy cerca. En uno nos falto experiencia. Y en el otro, suerte.
P: Usted no sólo fue internacional. Lo fue en un Mundial, el del 82, que se jugó en casa, en España. ¿Qué recuerdos tiene de aquello?
R: Es un privilegio ser internacional y representar a su país. También me pasa con el fútbol-playa, ahora (es seleccionador y este martes parte a Japón). Representar a tu país es algo espectacular.
Tuve la suerte de hacerlo también en los Juegos Olímpicos de Moscú'80. Soy un privilegiado. Desde que tengo 20 años vivo de lo que me apasiona.
P: ¿Tiene algún sentimiento encontrado de aquel Mundial?
R: Fue un Mundial muy complicado, porque se jugaba en España. Todos llegábamos con mucha carga de trabajo. La base del equipo era la Real Sociedad, que aportaba ocho o nueve jugadores, en una Liga que habían ganado. Las cosas no salieron como deberían haber salido. Pero te queda el orgullo de ser internacional y haber estado allí.
P: Ahora se va a Japón con el fútbol-playa.
R: Sí, sí. Tenemos dos partidos amistosos. Vamos a Kobe y a Osaka, así que espero ver a (David) Villa y a (Miguel Ángel) Lotina, que están allí. Después, el mes que viene, ya tenemos un torneo más importante, los Juegos Mundiales, que son en Doha (la capital de Catar), bajo el paraguas del Comité Olímpico Internacional. Jugaremos contra México, Italia e Islas Salomón. Si pasamos primeros de grupo lo normal es cruzarnos en semifinales con Brasil.
P: ¿Cree en este Sporting? ¿Se puede subir esta temporada, aún?
R: Hay que tener paciencia. Los resultados llegarán.