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Manu García familiar 

Presentación Manu García (Foto: Luis Manso).
ElDesmarque

Manuel García Alonso (2 de enero de 1998) regresó a Mareo el pasado verano despertando la ilusión en Gijón. El joven canterano que se marchó siendo cadete volvía a casa para encabezar un proyecto cuyo objetivo es devolver al equipo a la máxima categoría del fútbol español. Manu ha vuelto para ser clave en el club que le vio crecer.

Una aventura constante 

Manu García inició su carrera en el Astur, en Oviedo, pero su calidad llamó pronto la atención en la Escuela de Fútbol de Mareo. Fue en el Sporting de Gijón donde el ovetense comenzó a crecer como jugador y a dar claras señales de un potencial brutal para su edad. 

Muchos equipos empezaron a fijarse en el joven futbolista. Siendo cadete ya jugaba con los juveniles del club rojiblanco, mostrando una competitividad impropia de un jugador tan joven. El Manchester City fue el club que mejores condiciones transmitió al Sporting y al entorno de Manu. Una oferta bien planificada que acabó con Manu firmando por el club de Manchester.

En la cantera de ‘los citizens’ siguió demostrando su calidad. En las categorías inferiores coincidió con prometedores futbolistas. Fue importante en los esquemas de sus técnicos, por lo que su nombre empezó a ser conocido dentro del club.

El partido de Premier League, en marzo del 2016, del Manchester City ante el Aston Villa será una fecha recordada para siempre por Manu García. En aquel encuentro, que los de Manuel Pellegrini ganaron 4-0, el asturiano debutaba en una de las ligas más potentes del mundo y en uno de los equipos más poderosos del panorama futbolístico.

Antes Manu ya había hecho su debut con el primer equipo en la FA Cup y en la Capital One, precisamente en la Capital One fue donde se estrenó como goleador ante el Crystal Palace. 

Manu García, en un encuentro con el Manchester City.

El ovetense fue cedido al Alavés en verano del 2016 siguiendo con la política del Manchester City de ceder a sus perlas para que fueran adquiriendo experiencia en la alta competición. Pero Manu no tuvo oportunidades en el conjunto vasco. 

Por ello en el mercado invernal el City decidía cederlo al NAC de Breda. Por aquel entonces el equipo estaba en segunda división pero acabó logrando el ascenso a la Eredivisie. Tras el éxito del primer año siguió en el club holandés para jugar en primera durante la campaña 2017-2018.

Después de su aventura en Holanda hizo las maletas para jugar en Francia, en el Toulouse. Se iba cedido al equipo francés para disputar la Ligue 1. Al igual que hizo con el NAC Breda, fue un jugador fundamental y siguió demostrando tener una clase con el balón difícil de encontrar en un chico de su edad. 

Este verano Manu García decidía volver al Sporting de Gijón, convirtiéndose en el fichaje más caro de la entidad gijonesa hasta la fecha. El inicio de temporada es prometedor, siendo un hombre clave en los planes de José Alberto.

Familia y amigos

Fuera de los terrenos de juego Manu ofrece un perfil amable y cercano, nunca una mala cara a los aficionados, nunca un feo gesto a alguien que se acerque a él. Manu se muestra siempre atento, demostrando ser una persona cercana y muy familiar. La familia es importante para el asturiano.

Es muy frecuente ver a Manu García por redes sociales disfrutando de su tiempo libre con sus amigos de toda la vida, los del colegio cuando iba a Oviedo. Un grupo de amigos con los que nunca ha perdido el contacto pese a estar una parte de su vida en el extranjero.

Volver a casa era importante para el ovetense, suponía regresar al club donde se formó y donde empezó todo, pero también significaba estar más cerca de los suyos, de su familia y amigos. 

En los partidos del Molinón sus amigos acuden a las gradas para ver a Manu disputar los encuentros siempre que pueden. Tras el partido quedan para dar una vuelta y pasar tiempo juntos. Manu decide desconectar con sus amigos de toda la vida, los de la infancia. 

Manu García cuando fue presentado como nuevo jugador del Toulouse FC.

Su familia siempre está presente para él, lo han acompañado en sus aventuras fuera de España. Ahora los tiene más cerca para que le apoyen, una de las claves para que Manu sea feliz en el Sporting. Rodearse de los suyos, de sus amigos, de su familia y de su pareja con la que tantos años llevan juntos. Factores que pesan mucho y le permiten disfrutar más en el campo de fútbol.

Manu está maravillando sobre el verde a la afición, el jugador que marca la diferencia, que tiene algo especial. Un futbolista juega sabiendo que sus seres queridos están viéndolo, pendientes de él. Aquellos que nunca le olvidaron pese a la lejanía, los que hoy le apoyan incondicionalmente en cada partido y en su día a día. Manu es feliz rodeado de los suyos, aquellos que le dan la estabilidad necesaria para jugar al fútbol mostrando su mejor nivel.

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