No solo al Sporting de Gijón, a Miguel Torrecilla no le duran los entrenadores. No al menos durante las tres últimas temporadas ya completadas, en las que el director deportivo prescindió del técnico en el mes de noviembre y diciembre. Tanto en el Betis como en el conjunto gijonés. La racha de Miguel Torrecilla es alarmante.
Gustavo Poyet, Paco Herrera y Rubén Baraja, todos fueron destituidos con Torrecilla al frente de la dirección deportiva en noviembre y diciembre de 2016, 2017 y 2018. El técnico salmantino no levanta cabeza en las últimas temporadas, en las que no ha estado acertado en la elección del entrenador. Solo José Alberto, y las previsiones no son las mejores, puede cortar esta mala racha.
A Miguel Torrecilla no le queda otra que agarrarse al actual entrenador del conjunto gijonés. La prueba inequívoca de su tendencia negativa está en los meses de noviembre y diciembre, cuando para su disgusto ha quedado en evidencia sus malas decisiones. Para cualquier director deportivo siempre es una decepción prescindir del entrenador seleccionado. No le fue bien con Poyet en el Betis y tampoco con Paco Herrera y Rubén Baraja en los inicios de las tres últimas temporadas ya concluidas en LaLiga SmartBank.
En la actual campaña, sin embargo, la racha de Miguel Torrecilla todavía tiene remedio. Torrecilla necesita que el Sporting y José Alberto encuentren el camino para la reacción. No en vano, el presente curso es clave para su futuro, sobre todo, porque termina contrato el 30 de junio de 2020.