André Castro y su paso por el Sporting: "Había un entrenador que no sabía los nombres de los jugadores"

Siete años después de abandonar las filas del Sporting de Gijón para probar suerte en Turquía, previo paso por el Oporto, André Castro ha echado la vista atrás para recordar su paso por el club asturiano. Una etapa de su carrera profesional de la que el portugués, al que no le importaría regresar a LaLiga, guarda muy buenos recuerdos.

"Me encantó Asturias, me encantó la comida, la gente, todo fue fantástico. El estadio es increíble, los fanáticos de ese club no son del Real Madrid, ni de Barcelona, son del Sporting de Gijón. Para mí fue realmente espectacular y por eso renové la cesión por un segundo año", explicaba Castro en una entrevista a Tribuna Expresa.

Eso sí, el luso reconoce que no fue fácil adaptarse ni al equipo ni al campeonato: "Cuando llegué, el entrenamiento tenía una carga física muy fuerte, era completamente diferente de lo que estaba acostumbrado. Pero nunca me quejé. En el primer partido que juego contra el Mallorca, marco, y el siguiente partido era contra el Barcelona en casa. Ya juego de titular y empatamos contra uno de las mejores equipos de todos los tiempos. A partir de entonces nunca abandoné el once. Empatamos con el Atlético, vencimos a muchos equipos y ese año fue fantástico. El 2 de abril ganamos en el Santiago Bernabéu".

Una fecha que Castro recuerda con especial cariño ya que era un día especial para él: "Era mi cumpleaños y vencimos al equipo de Mourinho, rompimos su récord de estar nueve años seguidos sin perder en casa. Nunca olvidaré ese partido. Esa media temporada fue espectacular para mí. Creo que fue cuando más evolucioné en términos de fútbol jugando contra jugadores como Cristiano Ronaldo y Messi", aseguraba.

Su segunda campaña, en cambio, no fue tan placentera en el aspecto deportivo como el primero: "Siempre jugué y tuve una buena temporada, pero el equipo se quedó sin dos o tres jugadores importantes y terminamos desmoronándonos. Fue un año mucho más difícil que el anterior. Pero es fútbol, tenemos que saber cómo vivir cuando ganamos y cuando perdemos", explicaba.

E insistía: "Hubo un momento en que, en cuatro semanas, el entrenador cambió tres veces, hubo caos en el club y hubo muchos cambios en los jugadores. Siempre estaba jugando con todos los entrenadores, conociendo y teniendo experiencias. Había un entrenador, cuyo nombre no quiero decir, que ni siquiera sabía los nombres de los jugadores. Llegó al club y ni siquiera conocía a los jugadores, fue algo increíble".