Diferentes variantes que maneja José Alberto para que el Sporting de Gijón afronte sus respectivos encuentros. Sistemas tácticos varios y jugadores que pueden actuar en distintas demarcaciones para enriquecer las posibilidades del cuadro rojiblanco durante los partidos.
En los últimos partidos el técnico apostó por un sistema 3-4-1-2, un planteamiento diseñado para dotar al equipo de más presencia en campo rival y que sea más compacto. Un esquema con el que el Sporting todavía no ha conseguido la victoria, pero que ha dejado satisfecho al entrenador asturiano por el juego realizado de los suyos.
En el Carlos Tartiere se pudo ver por primera vez el empleo de un sistema con tres centrales formado por Marc Valiente, Salvador y Babin. Un plan que parecía provisional para disputar el derbi. La idea era ser sólido en defensa y utilizar los carriles para atacar, pero buscaba ser compacto en defensa para que el Real Oviedo no marcara. Se trataba de un partido que podía hacer un daño terrible al perdedor.
José Alberto quedó satisfecho con lo visto sobre el terreno de juego. Por ello, sorprendió a todo el mundo cuando repitió plan ante el Tenerife en casa. Durante la primera mitad el Sporting dominó el partido, acumulando efectivos en campo rival y bloqueando los ataques canarios que no llevaron peligro a la meta de Mariño. Pero en la segunda mitad el Tenerife se adelantó de penalti y los rojiblancos fueron incapaces de remontar.
Le tocaba al conjunto asturiano jugar otra final para su técnico, esta vez en Anduva. De nuevo, el Sporting salía con un sistema 3-4-1-2. Sin Salvador y Marc disponibles para el entrenador, fueron Cordero y Molinero los defensas encargados de acompañar a Babin. Los gijoneses fueron superiores, pero únicamente les falto marcar gol.
El esquema de juego convence a José Alberto. Le ha estado dando vueltas para mejorar su rendimiento. Un ejemplo es la entrada de Traver en el carril derecho, para tener más profundidad que con Unai Medina.
El 3-4-1-2 permite ser un equipo que junte líneas y no quede expuesto ante posibles contraataques. Acumula hombres en campo rival para poder subir la presión y complicar la salida de balón del contrincante. Manu García sigue teniendo libertad de movimientos y menos carga defensiva. Además, las bandas ganan profundidad y no quedan tan expuestas cuando hay que llevar a cabo repliegues.
Lo único que le falta a este concepto táctico es darle la victoria a los rojiblancos. Hasta el momento se han conseguido dos empates y una derrota, pero las sensaciones son las que han convencido al técnico asturiano para tener esta formación muy presente a la hora de plantear partidos. Ante la Ponferradina se puede ver a un Sporting que repita esquema para sumar, de una vez por todas, tres puntos.