El Sporting de Gijón volvió a sonreír en la última jornada de LaLiga SmartBank gracias a un valioso triunfo ante la Ponferradina que le aleja de los puestos de descenso. Un partido muy sufrido y con poco juego, por el que hubo pitos en la grada, pero que pudo decantarse antes del gol de Uros Djurdjevic si el colegiado Díaz de Mera llega a pitar penalti por una mano de Russo dentro del área.
La imagen es clara y hay todavía muchos aficionados del Sporting que se preguntan cómo no pudo ser penalti esa jugada. Una acción que casi es la gota que colma el vaso rojiblanco: ni un penalti a favor en las 19 jornadas de esta temporada. Y no es la primera vez que el Sporting reclama una pena máxima durante un encuentro.
Pero hay más. Esa jugada en la que intervino el VAR, según quedó corroborado durante la retransmisión, es una más en la que esta tecnología, apoyada por muchos y criticada por otros, no se resuelve a favor del Sporting. Y ha habido casos, como esta mano de Russo, en la que el árbitro bien pudo decretar el lanzamiento desde los once metros.
Muchos jugadores siguen preguntándose cuál es la norma para que unas manos sí sean penalti y otras no, sobre todo al ver la acción del defensa de la Ponferradina.