Diego Mariño es un indiscutible en el Sporting de Gijón, donde afronta su cuarta temporada, la tercera como titular. Nacido en Vigo, se formó en la cantera del Villarreal, desde donde pasó a Valladolid y Levante antes de recalar en el conjunto rojiblanco. Nunca jugó en el equipo de su tierra, pero jugar en el Celta es un sueño que tiene desde pequeño y ahora que Sergio Álvarez ha caído lesionado del menisco externo de su rodilla izquierda, el club gallego se podría plantear el fichaje de Mariño.
"Ojalá, ojalá, es una cosa que siempre pienso. Me gustaría muchísimo, es algo que siempre he querido desde pequeño y ojalá se pudiese dar una vez en la vida", confesó el actual guardameta del Sporting en una entrevista en Ao Contrataque de la Radio Galega.
Mariño, que presenta unos números que le sitúan como uno de los mejores de LaLiga SmartBank, aseguró que "la tierra me tira mucho, poder ver a la familia y amigos después de mucho tiempo se necesita", ahora que cuenta con 29 años y atraviesa el mejor momento de su carrera deportiva.
Sabedor de la dificultad que entraña su posible fichaje por el Celta, ya que tiene contrato con el Sporting hasta 2023, el vigués subrayó que se siente "muy a gusto" en Gijón: "La afición me hace sentir su cariño y que se sienten representados en mi trabajo. Desde el primer día que llegué me he encontrado muy bien, espero que mas pronto que tarde logremos devolver al Sporting a Primera".
A modo de cierre, Mariño comentó que en el conjunto rojiblanco "hemos hecho algo parecido a lo del Celta, se apostó por el regreso a casa de gente importante. Empezamos bien, pero entramos en un bucle peligroso aunque ya hemos conseguido romper esa mala racha", concluyó.