Carlos Cordero está viviendo una temporada con el primer equipo del Sporting de Gijón donde las cosas no le están saliendo bien al conjunto asturiano. El defensa comenzó la temporada sin contar con minutos de juego, pero en las últimas fechas ha sido de la partida tanto con José Alberto, como en el primer partido de Djukic al frente del equipo. Pero está cumpliendo uno de sus sueños. De aquel chaval que trabajó en un bar a ser uno de los referentes de la cantera de Mareo.
Cordero se presenta como un jugador prudente y educado, un jugador joven que no se ve afectado por lo que los medios de comunicación puedan o no decir sobre él. Un futbolista que tampoco se siente atrapado por las redes sociales ni mucho menos, al contrario que otros jugadores de su edad. A Cordero no le importan las nuevas tecnologías, sólo jugar a fútbol y seguir creciendo en este deporte.
Cordero se ha adaptado a Gijón pese al cambio que supone desplazarse del oeste de España al norte. El clima fue una de las cosas a las que más le costó adaptarse, pero ahora es feliz en Gijón y en Mareo, donde ha encontrado su sitio.
Cordero empezó jugando al fútbol cuando era muy pequeño. Tiene dos hermanas y un hermano que le ha enseñado mucho en el fútbol, dándole consejos y apoyándole en todo momentos. Otro de sus grandes apoyos es su madre, a la que ayudaba en el bar cuando era pequeño.
Cuando el actual defensa del Sporting acabó la enseñanza obligatoria, se puso a trabajar para ayudar a su familia, al mismo tiempo que compaginaba todo con el fútbol, su gran pasión. La situación era complicada y Cordero tenía que ayudar como podía.
Ganaba algo de dinero con el fútbol, pero no lo suficiente. El Sporting fue un gran cambio para él, una nueva oportunidad en su vida. Al principio fue duro, el propio Cordero ha reconocido en alguna entrevista que lloraba por las noches cuando estaba solo viviendo en su nueva casa sin sus seres queridos, pero ahora todo es distinto. Es feliz en Gijón.
Ha luchado mucho para subir desde el filial hasta el primer equipo. Incluso este año no bajo los brazos cuando no tenía oportunidades y minutos sobre el terreno de juego, siguió trabajando. Lleva varias jornadas siendo titular y Cordero espera seguir creciendo y vivir este momento al máximo.