El defensa gijonés aterrizaba en Gijón el pasado verano en un mercado de fichajes que pretendía recuperar a gente de la casa que conociera lo que significaba el Sporting de Gijón y La Escuela de Fútbol de Mareo.
El central llegó procedente del fútbol croata, tras estar en el Hajduk Split y rendir a un buen nivel. Desde las oficinas del club quisieron traer de vuelta a un canterano que se marchó a jugar al Mónaco y que ha estado también en el fútbol portugués. José Alberto contaba con un jugador que tenía experiencia y podía darle un plus al equipo en una categoría como LaLiga SmartBank.
Empezó el curso y la pareja de centrales para las primeras fechas era la formada por Babin y Borja López. El asturiano arrancó la campaña destapándose también en el área contraria, tras marcar algún gol para el equipo. Actualmente lleva dos goles en su cuenta.
Pero con el paso del tiempo fue perdiendo el protagonismo que tuvo al inicio. Marc Valiente se hizo con el puesto al lado de Babin, e incluso en defensa de tres fue Salvador el que jugaba antes que el gijonés.
En el último tramo de la etapa José Alberto su presencia en el once desapareció. Otro jugador sin minutos como Cordero se hizo con el puesto y partía con ventaja respecto a Borja.
Llegó Djukic al banquillo rojiblanco y las cosas no han cambiado. El canterano se perdía el primer encuentro a causa de la gripe que afectó al vestuario. En los siguientes duelos, Elche y Numancia, tampoco ha tenido minutos. De hecho, no entró en ninguna convocatoria.
Esta semana el equipo ha empezado a ensayar con una línea de tres centrales y dos carrileros. Un cambio de sistema que dota al equipo de un mayor número de defensas en el once titular. Pese a ello, en las pruebas del conjunto rojiblanco durante las sesiones en Mareo, Borja López no parece que vaya ser uno de los tres centrales del planteamiento inicial. Este panorama supone un momento complicado para el central que llegó en verano para ser un hombre importante en una temporada en la que regresaba a la que es su casa.