El Sporting de Gijón dejó escapar una nueva oportunidad de cambiar su dinámica. Los dos goles que el Tenerife le endosó en la primera mitad le dejaron moribundo y los de Miroslav Djukic consiguieron reaccionar, pero no llegaron a tiempo. El 2-1 deja al cuadro gijonés con las ganas.
Parecía que salía con fuerza el Sporting, ya que la primera llegada estuvo teñida de rojiblanco. Marc Valiente intentó una volea en el minuto 2 que atrapó sin demasiada complicación Dani Hernández. No obstante, el conjunto chicharrero no estaba dispuesto a dejarse presionar en casa, y dos minutos después fue Suso el que creó peligro en el área de Diego Mariño con una carrera que finalizó en un centro al corazón del área, donde Nahuel y Joselu no se entendieron.
Los de Rubén Baraja continuaron con mayor mordiente y el primer gol no tardó en llegar. Su autor, Nicola Spicic, que se estrenaba como goleador en LaLiga SmartBank con un potente cabezazo a un saque de esquina botado por Luis Milla al corazón del área ante el que nada pudo hacer Mariño. Fue Jean-Sylvain Babin el que perdió la marca del altísimo central chicharrero.
Pasaron los minutos y el conjunto de Djukic fue ganando en confianza. Hubo varios acercamientos a la portería rival, aunque el verdadero peligro llegó con una chilena de Djurdjevic que se marchó fuera lamiendo el palo.
El Tenerife sufrió la pérdida de su guardameta, que cayó lesionado tras un mal gesto al atajar un balón con la pierna. El juego estuvo detenido durante varios minutos mientras Adrià Ortolá se preparaba para cubrir la portería chicharrera. Esto pareció detener el ímpetu del equipo del 'Pipo' y el Sporting quiso aprovechar esta situación.
Fue Álvaro Vázquez el que tuvo la ocasión más clara para los rojiblancos con un disparo desde el corazón del área que salió por encima del larguero. Pero dos minutos después, un jarro de agua fría cayó sobre el cuadro gijonés. Joselu Moreno, jugador del Oviedo cedido en el Tenerife, hizo el segundo tanto de la noche tras una pérdida de la defensa del Sporting muy cercana al área rival. Los de Djukic se marchaban al descanso con un complicado marcador en contra.
Tras unos minutos de retraso, ya que el colegiado obligó a Ortolá a cambiarse las medias, comenzó la segunda mitad. Salió decidido el Sporting a cambiar el marcador, con el aliento incesante de las gradas del Heliodoro en la nuca. Djukic, tras casi un cuarto de hora de desde el descanso, buscó darle movimiento a la ofensiva rojiblanca dándole entrada a Aitor García en el lugar de Álvaro. Y el de Gibraleón lo cambió todo.
El Sporting pasó a estar más allá de la línea del centro del campo y una doble ocasión primero de Carmona que sacó el guardameta chicharrero a córner y después de Babin en el saque de esquina, acercó a los rojiblancos a la portería rival.
Ya rozando el minuto 70, y con el balón algo más repartido entre ambos equipos, fue Damián Pérez el que puso en apuros a Ortolá con un remate de cabeza, pero el meta lo atajó con seguridad. El técnico serbio trató de darle una vuelta de tuerca más a su ataque permitiendo a Pablo Pérez ser el revulsivo sustituyendo a Djuka. Y parece que era lo que necesitaba el Sporting.
El delantero gijonés, tras un prodigioso centro de Pedro Díaz, fue el encargado de acortar distancias en el marcador y darle esperanzas al equipo rojiblanco, aunque ya corría el minuto 82. Y fue Aitor el que tuvo en sus botas el empate con un disparo lejano que se marchó por encima del larguero.
Los intentos de acercamiento del Sporting se siguieron sucediendo en los minutos finales, pero el Tenerife y su zaga no querían dejar escapar esos tres puntos.
El equipo rojiblanco quiso reaccionar y lo logró, pero llegó demasiado tarde.