El mejor ejemplo a seguir: la respuesta de la Mareona que provocó los aplausos de El Sardinero

Los miles de aficionados del Sporting de Gijón que se desplazaron el pasado domingo a Santander para ver el encuentro de su equipo ante el Racing de Santander volvieron con una sonrisa de oreja a oreja tras la victoria. Esa felicidad que tan sólo dan los triunfos. Pero en este caso, los tres puntos sumados por el equipo rojiblanco no son el único motivo de orgullo de una hinchada que no paró de animar a los suyos desde que el sol salió. También su comportamiento.

En anteriores ocasiones ya hemos visto el señorío de una afición como la Mareona, que va dando ejemplo allá por donde va. En El Sardinero lo volvió a hacer, en un partido de alto voltaje dada la cercanía de ambas ciudades y el sin fin de partidos que han disputado entre sí. Con el partido en su recta final y el 0-2 en el marcador, llegó uno de los momentos a destacar de un partido. Pero no sólo en Santander, sino en todo el mundo futbolístico. Un ejemplo de lo que es correcto.

Desde un pequeño sector de la afición comenzaron a entonarse cánticos en contra del Racing, algo que no gustó a El Sardinero ni a la propia afición sportinguista, que no tardó en acallar en masa las despreciables melodías que sacudían unos cuantos.

En ese momento comenzó a sonar en todo El Sardinero al unísono un "Racing, Racing" que ridiculizó los cánticos ofensivos y que demuestra, una vez más, la grandeza de la afición rojiblanca. Un cántico que fue correspondido con aplausos por parte local.