El Sporting de Gijón tiene bajas sensibles en defensa que condicionan dicha línea, una preocupación debido a las buenas sensaciones que se habían tenido hasta el partido ante la Ponferradina. El equipo asturiano había logrado dejar la portería a cero ante el Racing y el Cádiz, pero las ausencias en la parte de atrás condicionaron la composición de la zaga en el Toralín.
Djukic apostó por una defensa formada por Unai Medina, Molinero, Cordero y Damián Pérez, una zaga que encajó un gol ante un desajuste defensivo que costó los tres puntos en la pasada jornada. Las bajas atrás se hicieron de notar, Mariño tuvo que emplearse a fondo para evitar que la Ponferradina aumentase más la diferencia en el marcador.
La baja de Bogdan todavía está lejos de terminar, el ucraniano estará dos meses ausente tras ser operado de su pie derecho. El cuerpo técnico espera que Marc Valiente y Babin pueda estar lo antes posible disponibles para regresar al centro de la zaga y recuperar la solidez defensiva que el equipo había demostrado en las últimas fechas.
Babin está en la recta final de su recuperación, mientras que con Marc Valiente habrá que ver como evoluciona durante la semana. El equipo necesita a estos dos pilares, su vuelta al equipo provocaría que Molinero se desplazara al lateral derecho, solucionado gran parte del problema.
El partido ante El Toralín deja claro que la línea defensiva no ha dado resultado, por lo que se antoja difícil pensar que concediendo las facilidades vistas esta pasada jornada, se pueda sacar un buen resultado ante Las Palmas. Djukic deberá encontrar una solución ante este contratiempo para recuperar las sensaciones que el equipo había dejado en las dos anteriores fechas ligueras.