La aventura de Mayra Olvera en el Sporting de Gijón tocó a su fin el pasado abril, un mes antes de lo previsto. La crisis sanitaria ocasionada por la pandemia del coronavirus llevaba a la Real Federación Española de Fútbol a dar por finalizadas las competiciones femeninas. Casi dos meses después, la ya exrojiblanca se encuentra en Quito, a unos 270 kilómetros de su Quevedo natal, cumpliendo la cuarentena preventiva a la espera de poder ver a su familia de una vez por todas.
Todo comenzaba por entonces, cuando el director deportivo del Sporting femenino la trasladó hasta la estación de trenes de Gijón, desde donde tomó uno a Madrid. Allí, Mayra Olvera ha permanecido varias semanas, hasta poder tomar el primer vuelo humanitario con destino a Ecuador. Llegó a la capital, Quito, hace unas dos semanas y desde entonces cumple el aislamiento preventivo en un hotel. Lleva 14 días y aún le quedan otros nueve.
Por su cabeza solo pasa volver a Quevedo para estar con los suyos, pero existe la opción de realizarse la prueba PCR y, en caso de que el resultado sea negativo podría trasladarse a Manta, donde tiene su residencia, para cumplir el resto de la cuarentena. Pero en caso positivo, debería permanecer en la capital ecuatoriana hasta poder circular libremente. Mientras tanto, pasa las horas en su habitación, hablando por teléfono con los suyos, viendo la televisión, leyendo e incluso entrenando para no perder la forma. No puede salir bajo ningún concepto, y hasta las comidas se las llevan a la habitación.
En el aspecto deportivo, tras poner punto y final a su etapa en el Sporting, estudia ofertas para ver qué le deparará el futuro: "No descarto ir a España o a otro país, o incluso quedarme aquí. Lo tengo que hablar con mi representante", asegura.