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Salinas y su añorado recuerdo del Sporting: "Cómo me quería el público de El Molinón"

Julio Salinas, durante un partido del Real Sporting ante el Celta.
Periodista. Apasionado del deporte.

Llegó a Gijón en la recta final de su carrera. Cuando él mismo parecía que disfrutaba de sus últimos coletazos en activo, se llevó una grata sorpresa de su paso por el Sporting de Gijón. Hablamos de Julio Salinas, quien mantiene unos recuerdos preciosos del cariño que le profesaba la afición rojiblanca. "Cómo me quería el público de El Molinón".

Así lo recuerda durante su participación en un programa de televisión de RTVE. Entre sus vivencias como futbolista siempre destacará sus dos temporadas en Gijón, entre 1995 y 1997. Ahí comprobó de primera mano el calor de una afición que estuvo de su lado en todo momento, algo que le transmitió una confianza brutal.

"Me cantaban Salinas bota de oro, era un cariño que no he sentido nunca"

Fruto de ese apoyo y de su tremenda calidad sumó en dos años más de cincuenta partidos con el Sporting y 24 dianas, unas cifras a destacar. No te lo puedes imaginar, la gente fue increíble, parecía que venía Pelé", recuerda Salinas durante el programa.

Julio Salinas, en un acto público.

"Me cantaban 'Salinas bota de oro'. Era un cariño que no he sentido nunca, ese cariño de la gente del Sporting. Me pasó una cosa similar en Vitoria y son unas sensaciones que nunca se me olvidarán. Cómo me quería el público de El Molinón", añade sobre unas vivencias que ya ha rememorado en anteriores ocasiones.

Salinas transmite felicidad cada vez que habla del Sporting y el recuerdo que se mantiene en la ciudad y entre la hinchada sobre su pasó por el club es muy grato y positivo. Una felicidad que es recíproca, como aquí ha quedado demostrado.

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  1. Antonio

    Que grande es, aun recuerdo cuando jugaba en el Barcelona y vinieron a jugar al molinon antes de empezar un partido se acercó a unos aficionados sportinguitas que les estaban increpando, no tardó en acercarse a estos, y se los ganó con su discurso, todos los que estábamos allí quedamos perplejos. Ahí empezó el cariño de muchos sportinguitas hacia el. !Que gran lección! Eso demuestra lo grande que fue y es, todo un profesional.