El Sporting de Gijón venció ante el Albacete en el partido correspondiente a la jornada 26 de LaLiga SmartBank. Un duelo, el disputado en el estadio Carlos Belmonte, que se saldó con 0-1 gracias al gol de Babin en jugada de estrategia. Además de los tres puntos, los rojiblancos lograron cumplir otro objetivo: que Uros Djurdjevic no se viera una nueva tarjeta amarilla.
Lo cierto es que el duelo ante el RCD Espanyol lleva en el horizonte desde hace algunas semanas, al menos en el entorno y la afición sportinguista. No así para David Gallego, que alineó un once muy reconocible y en el que no reservó a Djuka, tal y como se barajaba a lo largo de la semana. Así las cosas, el técnico apostó por el once de la anterior jornada, salvo un cambio: Javi Fuego volvería al once en detrimento de Pedro Díaz.
De este modo el Sporting se adentraba en un partido trampa en el Carlos Belmonte. En los primeros minutos la actividad de Álvaro Jiménez, cayendo mucho a zonas interiores, inquietó a la defensa rojiblanca. De hecho, de sus botas nació una de las acciones más peligrosas del duelo. El extremo botó un balón parado hacia el segundo palo, donde Roman Zozulya remató picado para buscar el gol. Sin embargo Diego Mariño, que está en un tremendo estado de forma, sacó una mano espectacular para evitar el tanto local.
Pocos minutos después, precisamente en acción de estrategia, se adelantaron los rojiblancos. Un balón botado por Manu García al segundo palo lo cazó Gragera para ponerlo sobre la línea del área pequeña, donde apareció Babin para abrir la lata. El de Martirica se hizo daño en la acción y las asistencias médicas le realizaron un aparatoso vendaje en la cabeza, con el que tuvo que jugar el resto del duelo. Eso sí, el Albacete volvería a intimidar y Diego Mariño tuvo que volver a intervenir hasta en dos ocasiones para que el Sporting se marchara a vestuarios con ventaja.
Ya en la segunda parte, el Sporting supo administrar el resultado. En los primeros minutos se lanzó a presionar una acción de ataque y Djurdjevic propició una expulsión en el Albacete. Con uno más y el resultado a favor, los rojiblancos jugaron la bola con calma, tratando de que el rival corriera detrás de ella y se cansara. Además, dio entrada a Pedro Díaz y Aitor García a falta de 20 minutos para tratar de aglutinar más pelota y buscar la velocidad del onubense en alguna acción aislada.
Así el Sporting resolvió con triunfo un partido vital, en la antesala de uno de los días clave de lo que puede ser una temporada preciosa. Con tres triunfos consecutivos se afronta mejor un partido tan importante como el del Espanyol.