Carlos Carmona no está pasando por su mejor momento como jugador del Sporting de Gijón. El de Palma de Mallorca sólo ha sido titular en el equipo dirigido por David Gallego en tres partidos y en total acumula menos de 500 minutos en el actual curso. Su cuenta goleadora, además, sigue a cero. Pero el balear mantiene la sonrisa, la actitud positiva y aguarda a que las cosas mejoren. Lo demuestra al pasar su tiempo libre con un detalle muy rojiblanco que no deja indiferente a nadie.
El atacante compartía en las stories de su cuenta oficial de Instagram uno de sus pasatiempos favoritos cuando no está entrenando con el equipo gijonés: jugar a la consola en casa. Y lo hacía mostrando una de las pantallas del videojuego y, por debajo, el mando con el que maneja los controles, la pieza que ha despertado la envidia -sana- de los aficionados sportinguistas.
Se trata de una funda para el mando de la consola personalizada con varios detalles. Por un lado, está completamente recubierta de líneas rojas y blancas, como la equipación y el escudo del Sporting. Además, en la parte superior se aprecia el '10' que Carmona lleva a la espalda en la camiseta. Para completar las particularidades de esta funda de mando, el balear ha añadido tres palabras.
A la izquierda, su propio apellido, Carmona, el que luce encima de su dorsal en las elásticas. A la derecha, los nombres de las dos personas que le acompañan siempre desde hace varios años: Irati, su mujer, y Odei, el hijo que comparten ambos y que nació en noviembre de 2018. Se trata de un matrimonio muy futbolero, ya que Irati es la hija de Patxi Salinas, exjugador del Athletic Club y el Celta de Vigo y ahora entrenador del CD Basconia de Tercera división.