El Sporting de Gijón supo salir de la trampa futbolística en la que lo había sumido el Amorebieta para rascar un punto que, lejos de El Molinón, siempre sabe bien. A pesar del gol inicial de Larru y de las claras ocasiones de los locales, los rojiblancos supieron reponerse y conseguir la igualada por medio de Fran Villalba en la recta final. Incluso pudieron sumar tres, pero el empate no sabe a poco.
Comenzó con ímpetu un Sporting que disfrutó del esférico y de las dos primeras llegadas del partido, en los pies de Djuka. Una se marchó desviada y la otra también, aunque anulada por fuera de juego. Sin embargo, con el paso de los minutos el Amorebieta fue llevando el partido a su terreno.
Emergió la figura de Mariño hasta en tres ocasiones para evitar el tanto local, pero no pudo hacer nada con el disparo lejano de Larru, que se coló ajustado al palo izquierdo para convertirse en el primer gol de la tarde en Lezama.
Tras el gol del Amorebieta, el partido se enmarañó. El Sporting lo intentaba con acciones por dentro, pero el orden del conjunto vasco atrás predominaba. No había huecos. Tampoco en jugadas aéreas, una de las especialidades que dominan. Ambos partieron hacia vestuarios con la ventaja por la mínima de los locales.
La segunda parte comenzó con un Sporting más vertical. Fruto de ello llegó una clara ocasión para Villalba, pero su disparo cruzado se marchó fuera por poco. De un área a otra. Mariño en una y Bogdan en otra evitaron el segundo y mantuvieron vivo a los rojiblancos en el partido.
En el ecuador de la segunda parte, Gallego comenzó a mover ficha. Aitor entró por Campuzano para dar más frescura al ataque. Tres minutos más tarde entraron Nacho Méndez y el 'Puma' para dar un paso más hacia delante en la parcela ofensiva.
El Sporting dio otro pasito en busca del empate, pero sin demasiada claridad. Pudo igualar Djuka de cabeza, pero el balón se marchó desviado por poco. En la recta final, llegó el premio. A Fran Villalba le llegó el balón a los pies y puso el esférico en la escuadra derecha de Santamaría para igualar. El partido cambió en los minutos finales.
En medio del desorden, el Sporting incluso pudo llevarse la victoria. El disparo cruzado de Aitor lo sacó el cancerbero con una gran parada. El punto permite a los rojiblancos seguir sumando y mirando desde arriba a sus rivales.