Víctor Campuzano, que reapareció en el Sporting de Gijón el pasado sábado en el partido de Copa del Rey ante el Cádiz CF, reconocía que no vería con malos ojos el fichaje de un delantero durante el presente mercado invernal pese a que sería su competencia directa: "Si el club considera que es necesario bienvenido sea, todo el que viene será para sumar", aseguraba.
Campuzano siente la presión por la situación que ha vivido esta temporada y por ello trabaja con un psicólogo, ya que nunca había tenido tantas lesiones seguidas, aunque está "tranquilo y haciendo lo que hay que hacer". "Ha sido un viaje duro, ves que el equipo está atravesando una mala racha y tú no puedes ayudar, sientes impotencia... A nadie le gusta pasar un año como el que he pasado sin poder ayudar, pero a la afición le diría que estoy de vuelta, contento y feliz y con muchas ganas de aportar y de sumar".
El delantero se centra en recuperarse, tarea a la que asegura haber puesto "ganas, esfuerzo" y todo lo que estaba en su "mano", por que lo que deseaba era "volver a pisar el césped, jugar con los compañeros y ante la afición" a la vez que aseguraba estar "centrado en el partido del domingo". También reconocía que no estaba al cien por cien y recordaba que estuvo "un mes con muletas y sin mover el pie y dos meses prácticamente parado y eso limita mucho".
El delantero rojiblanco no esperaba contar con tantos minutos en el partido de Copa, pero hubo que jugar prórroga y reconocía que era obvio que no estaba "para jugar los 90 minutos pero es que de un día para otro no se puede estar ya al cien por cien". En este sentido, incidía en las ganas que tenía de marcar un gol: "Lo echo de menos pero no es algo que llegue a preocuparme, lo importante es que el equipo gane y no quien marque los goles", sentenciaba.