Hay vida más allá del fútbol profesional en España. Es en esta época del año cuando el aficionado medio lo comprueba de primera mano, pues el actual formato de la Copa del Rey da la posibilidad a los clubes humildes nacionales a mirar de tú a tú a los equipos de LaLiga Santander y LaLiga SmartBank. Prueba de ello es el emparejamiento de primera ronda copera entre el Sporting de Gijón y el Beasain KE.
En dicho encuentro que se celebrará el próximo sábado 12 de noviembre habrá una familia que lo vivirá de forma especial. Eric Menéndez es el entrenador de porteros del Beasain, y curiosamente, socio del Sporting, concretamente el abonado número 11.893.
Eric, quien compareció el pasado martes en los micrófonos de la SER en una entretenida entrevista, ha cedido unas imágenes a ElDesmarque en las que se refrenda esta entrañable historia que protagoniza.
Vitoriano y socio sportinguista. "La sangre lo resume. Mi abuelo nació en Asturias y esto es como todo, el Sporting es un sentimiento que va pasando generación a generación, de padres a hijos, de abuelos a nietos. Es un vínculo que tenemos siempre y ahora da la casualidad que me une más que nunca".
El responsable de su pasión. "Mi abuelo, hace muchos años por el tema de guerra y crisis, le obligó como a mucha gente a buscar trabajo fuera de sus ciudades de nacimiento. Empezó a hacer su vida en Vitoria, tuvo hijos, a mi padre, y ya decidió quedarse aquí. Hay cosas que se llevan en los genes y por mucho que cambies de ciudad, aunque estés en la otra punta del mundo, sabes que no iba a cambiar. Ese sentimiento por su equipo, el Sporting, pues sabía que eso no iba a moverlo nadie y nos lo ha ido transmitiendo".
Momento del sorteo. "Estaba currando y tenía puesto el sorteo en el móvil, quería vivirlo en directo. En el momento que salió nuestra bola los nervios eran máximos porque quedaban solo dos equipos de LaLiga SmartBank. No era consciente ni de qué equipos quedaban. En el momento que sale la bola del Sporting... lo único que pude hacer fue llevarme las manos a la cabeza".
Su padre, con el corazón dividido. "No he tenido la lucidez de hacerle esa pregunta, doy por hecho que quiere ir conmigo, pero no lo sé. Seguramente irá con la bufanda del Sporting y con nuestra camiseta".
El Sporting, un sentimiento inexplicable. "Estoy en el Sector G de El Molinón, al lado de los banquillos. Cuando me permite un poco los horarios de mi equipo intentamos arrancar el coche y salir para Gijón. Es otra forma distinta. A veces compartes horarios como por ejemplo que jugábamos en Logroño y el Sporting en Málaga. Vivirlo en El Molinón es algo que no sé ni explicárselo a mis amigos. No se puede explicar".
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