El Sporting visitará a Las Palmas este domingo con la firme intención de obtener un triunfo por complicado que parezca después de empatar en Burgos en el duelo de la última jornada. Un partido que será una final como el resto de los que quedan. Al menos, así se lo tomará José Marsá, que llegó al Sporting en invierno para reforzar la defensa y se ha convertido en uno de los fijos para Miguel Ángel Ramírez.
Además de la marcha del equipo, el defensor ha hablado sobre su futuro. Marsá ha reconocido sentirse "muy a gusto en el Sporting" y ha admitido que no esperaba "una adaptación tan rápida". Asimismo, ha señalado que, aunque no depende de él, le gustaría seguir en el equipo gijonés la próxima temporada.
Marsá está siendo la incorporación más positiva del mercado de invierno, ya que se hizo con la titularidad desde el primer momento como central zurdo, e incluso la pasada jornada en Burgos jugó como mediocentro, una posición que el propio futbolista reconoció que era nueva para él, pero en la que ofreció un buen rendimiento.
"En los primeros minutos en Burgos me sentí algo extraño al no estar acostumbrado a jugar ahí, pero con el paso de los minutos me sentí cómodo", ha señalado al término del entrenamiento Marsá, quien desveló que, desde su llegada, Ramírez le había preguntado cómo se encontraría jugando en el centro del campo y desde ese momento lo fueron preparando.
Ramírez probó en Burgos una pareja de medio centros completamente nueva, ya que además de adelantar a Marsá dio la titularidad a Varane, lo que supuso la suplencia para Cristian Rivera y que Pedro Díaz adelantara su posición con una buena actuación de los dos primeros. pero no tanto de Pedro que no ofreció el rendimiento que en él es habitual.