El Sporting de Gijón respira con más tranquilidad después de la importante victoria frente al Granada. Tres puntos que se quedaron en casa a base de trabajo y derroche de un equipo muy mermado por las bajas. Miguel Ángel Ramírez recompuso el bloque con tres centrales y dos carrileros y le salió bien la jugada. Eso sí, el equipo terminó desfondado y pidiendo la hora. Era lógico ante un rival de un gran nivel.
El encuentro transcurrió con normalidad en cuanto al arbitraje se refiere. Hasta que se produjo una acción dubitativa al inicio de la segunda parte. Tuvo lugar con un balón largo al que llegó Juan Otero. El jugador del Sporting quiso marcharse en carrera de Ignasi Miquel, aunque terminó cayendo al suelo cuando se plantaba en solitario frente a Raúl Fernández.
Tras caer, las protestas llegaron desde las gradas de El Molinón y del propio Otero. La repetición deja dudas de la impunidad de la acción. Parece un forcejeo, pero queda reflejado cómo el jugador del conjunto andaluz suelta los brazos a modo de empujón. No se señaló nada pero quedaron las dudas de si pudo haber algo que hubiese supuesto la expulsión del futbolista rival, que era el último defensor.
Por suerte, el Sporting no tuvo que lamentarse de la jugada a posteriori gracias a que los tres puntos se quedaron en casa.
jajajja...si suelta los brazos a modo de empujon...entonces es un empujon.... y la jugada al finalizar la primera parte en la que se pita un fuera de juego en la linea central y tambien se iba solo ..... hay que mojarse aun que sea afavor del REAL SPORTING ,,, o que hay miedo a algo..?