Las desconexiones se pagan caro en el fútbol. Y si estas se producen en momentos clave de la temporada, más. Algo así le pasó este domingo al Sporting de Gijón en La Cerámica, donde cayó derrotado por 2-0 en un partido en el que faltó ímpetu y olfato. Un resultado que, en función de lo que suceda en el resto de partidos de la jornada, puede acercar a los rojiblancos al peligro más de lo que muchos pensaban hace unas semanas.
Quedan tres partidos por delante pero no hay nada hecho. Y más teniendo en cuenta el partido que llega la próxima jornada, el derbi asturiano ante el Oviedo. Lo sucedido en Villarreal tuvo mucho que ver con un equipo que no se pareció a lo que venía demostrando en las últimas semanas.
La falta de olfato se sumó a una cadena de errores que dejaron a los rojiblancos con un resultado adverso y con un jugador menos tras una entrada infantil de Marsá, además de varias acciones polémicas. Con 10 jugadores, la tarea fue más compleja y lo que llegó fue el 2-0 por medio de Sergio Carreira.
Quedan tres jornadas por delante y aún mucha tela por cortar.