Tras derrotar al Tenerife y dormir la pasada jornada en puestos de playoff, Miguel Ángel Ramírez considera un "bendito problema" que tenga dificultad para hacer las alineaciones del Sporting. Y eso significa que "hay mucha competitividad en la plantilla". Asimismo, aseguró que el equipo viaja a Andorra "a hacer goles y a ganar".
El Sporting tiene el debe de no ganar fuera de casa, pero Ramírez aseguró que, si son capaces de "competir como en Ferrol y Oviedo, pero siendo más contundentes en el área rival, la victoria va a llegar".
El técnico manifestó, además, que "los descartes de Enol Coto y Jordan Carrillo son por decisión técnica": "no tienen nada, es por plan de partido".
Sobre estos dos jóvenes jugadores, Ramírez indicó que "tienen que entender que el fútbol profesional es muy complicado y que va de constancia, de no rendirse" y "tienen que estar preparados para cuando les toque jugar, porque en una liga tan larga seguro que les va a tocar".
Ramírez también reconoció que habló con Hassan la posibilidad de que juegue en la otra banda "o incluso que lo haga por dentro como ya hizo en algunos minutos en Oviedo".
"No es casualidad que solo haya dos jugadores de baja, aunque la lógica dice que las lesiones van a llegar, en un deporte tan agresivo como es el fútbol independientemente de lo bien que se haga en áreas como la médica", destacó Ramírez, quien alabó que "se están haciendo las cosas bien en aspectos que no son solo los meramente deportivos".
Para el entrenador del Sporting, "que se permitan cinco cambios cambia el fútbol, porque es medio equipo, por eso son tan importantes los que puedan entrar a lo largo del partido como los que salen de inicio".
Ramírez consideró "importante empezar bien, pero la Segunda es una categoría tremendamente larga y hay que ser muy fuerte de cabeza en cualquiera de las situaciones que te encuentres".
Asimismo, el técnico rojiblanco aseguró que "Roque Mesa está preparado para tener muchos más minutos, venía bien físicamente pero le faltaba ritmo de juego" y advirtió de que vienen "dos semanas con muchos partidos, lo que supone que es prácticamente imposible que los mismos jugadores lo jueguen todo".