Después de empatar frente a la SD Éibar en la última jornada del campeonato en LALIGA Hypermotion, en el seno del Sporting de Gijón hay cierto malestar por las decisiones arbitrales que les han afectado en las últimas semanas. Así lo reconoció el propio Miguel Ángel Ramírez al término del partido disputado en Ipurúa. Tras lo ocurrido, el club ha elevado una queja formal al Comité Técnico de Árbitros por la decisión de Sánchez López.
El colegiado pitó un penalti a favor del Éibar con un contacto más que discutible entre Jonathan Varane y Tejero. Una pena máxima que supuso el empate del conjunto armero y que significó que el Sporting perdía dos puntos.
El presidente ejecutivo del Sporting, David Guerra, y Joaquín Alonso, responsable de relaciones institucionales del club, llegaron este pasado jueves a Las Rozas para trasladar el evidente malestar que hay en el seno del club sportiguista con la decisión de Sánchez López, según apunta La Nueva España.
El Sporting entiende que el contacto existente no es para nada suficiente como para castigarlo con pena máxima y, por eso, ha mostrado su malestar por la decisión del árbitro en Ipurúa.
Sobre la acción de la pena máxima, Ramírez ha indicado que "para mí no es penalti, se lo comenté al cuarto árbitro. Llevamos una semanita con decisiones que nos están costando puntos. Poco más puedo hacer".
Tiene confianza plena en su equipo y en el proyecto de la entidad: "Yo sé que en el fútbol profesional hay prisas e inmediatez, pero cuando a los proyectos se les da tiempo y nuevas personas que se incorporan pasan cosas mejores y se ha visto la evolución: que con buenas incorporaciones y con tiempo, el final del año ha sido mejor que el comienzo, ojalá que 2024 sea mejor que este".