De sus problemas de salud mental a su paso por la cárcel: Juanele confiesa sus años más duros

Juan Castaño Quirós, más conocido como Juanele, es reconocido en el mundo del fútbol por su paso por el Sporting de Gijón, Tenerife, Zaragoza o Terresa, entre otros y ha presentado su libro, 'Mi verdad', en donde cuenta detalles de su vida y situaciones que ha vivido. Lo ha hecho en el programa de 'Carrusel Canalla' de la Cadena SER.

"Estuve 15 años en la élite y en el plano personal me sucedieron cosas que ya pasaron. Este libro cuenta mi verdad... La vida no es un color de rosas y por eso he hecho este libro. Hice cosas muy buenas y alguna mala", le contaba a Antón Meana y Sique Rodríguez.

"La verdad de Juanele es que ahora mismo estoy muy bien y estoy contento", dijo el exjugador. Fue uno de los futbolistas que marcó la época de los 90 e incluso fue internacional con la selección española.

Juanele y sus problemas de salud mental

Juanele no ha tenido reparos en hablar sobre sus problemas de salud mental durante su etapa como jugador. "En Zaragoza tuve un problema personal y un problema deportivo con Pablo Flores. Me dio una depresión muy grande y los médicos detectaron que soy bipolar y debía tomar medicación".

Contó cuál fue su reacción cuando le desvelaron su enfermedad. "Cuando me lo comentaron lo llevé muy mal. Estuve en bastantes médicos. No es fácil llevarlo. Me costó mucho. Fueron mis últimos años de fútbol y me costó asimilar que debía dejar el fútbol", comentó el exjugador.

Su paso por la cárcel

Juanele también estuvo en dos ocasiones en la cárcel y cuenta los motivos por los que estuvo privado de libertad. "La primera vez estuve tres meses en la cárcel y la segunda vez estuve un año".

En la primera ocasión fue "por un empujón a un chico en un bar. Me denunció". "La segunda fue por mi expareja... La pinché las ruedas del coche", comentó Juanele.

Asegura que su paso por la cárcel no le cambió nada. "Mi paso por la cárcel no me sirvió para nada. No hice ni un amigo. No se lo deseo a nadie. Hay errores que no hay que cometer y hay que dejarlos atrás y olvidarlos. En mi época en la cárcel no me sentí solo. Mis amigos fueron a visitarme y hablaba con mi hija todos los días".