El Valencia inicia 'su' competición
La expresión 'bronco y copero' suele ser muy recurrente en el mundo del fútbol. Hace referencia a un equipo aguerrido y luchador hasta el final, capaz de sobreponerse a la adversidad y conseguir derribar a los rivales más poderosos. El origen de esta expresión, muy bien podría encontrar su germen en las primeras décadas de la historia del Valencia CF. Sin duda, la Copa del Rey es la competición fetiche del club de Mestalla. El imaginario colectivo valencianista guarda algunos de sus mejores recuerdos en eliminatorias y finales del torneo del K.O. además de un total de 7 títulos coperos que valen la pena recordar.
El primer título nacional conseguido por el Valencia CF se remonta al 20 de junio de 1941 cuando en la final de la Copa, por aquel entonces llamada del Generalísimo, se impuso al Español en el estadio de Chamartín por 3-1. El Valencia estrenaba así su palmarés con la ayuda inestimable de la conocida como 'delantera eléctrica'. Durante aquellos años, el Valencia conquistó tres ligas pero además, la presencia de los valencianistas en las rondas finales de la Copa se convirtió en algo habitual. El Valencia se convirtió en un rival a batir que cuestionaba la hegemonía de los clubes más importantes de España. Se encadenaron tres finales consecutivas entre 1944 y 1946, sin embargo una nueva victoria en el torneo del K.O. no llegaría hasta 29 de junio de 1949.
Durante aquellos años, el Valencia se ganó el apelativo de 'bronco y copero' por el espíritu y entrega que demostraba cada vez que saltaba al terreno de juego, tal y como hizo Puchades al realizar un feroz marcaje individual sobre Luis Suárez en la final de Copa de 1954 que daba al Valencia su tercera Copa frente al Barça.
El idilio del club de Mestalla con la Copa continuó durante las siguientes décadas, con hombres destacados como Waldo, Jara y Abelardo en la final del 67 y Mario Kempes en la del 79, con dos goles ante el Real Madrid en el estadio Vicente Calderón.
El inicio de la mejor época del club
La Copa del Rey ha sido el punto de partida de las mejores épocas de la historia del Valencia. En especial, la de 1999. La final disputada en Sevilla frente al Atlético sentó las bases de lo que acabaría convirtiéndose en el mejor Valencia de la historia. Además, la Copa del Rey también ha actuado como bálsamo en momentos muy convulsos que ha sufrido el club de Mestalla, tal y como ocurrió con el último titulo conseguido por el Valencia, la Copa de Koeman en 2008.
La relación del Valencia con la Copa a lo largo de toda su historia ha traído algunas de las mayores alegrías a los aficionados valencianistas, por ello, no es de extrañar que cada temporada, al inicio de la competición del K.O. la ilusión sea máxima. En la presente, además, de forma especial ya que el conjunto de Mestalla no disputa competición europea.
Con un equipo competitivo que está mostrando una buena imagen en estos primeros meses de Liga y sin el desgaste que supone disputar otras competiciones además de la Copa, en la entidad tienen motivos más que de sobra para ser optimistas. La configuración del cuadro de competición no es baladí puesto que el Valencia evita a los grandes favoritos al título como son Barça, Real Madrid y Atleti hasta una hipotética final.
Al club de Mestalla se le presenta una situación idónea para volver a la senda de los títulos. La Copa del Rey es la competición del Valencia y los de Nuno no pueden desaprovechar la oportunidad de oro que se presenta ante ellos. También supone un una competición muy atractiva para la parroquia valencianista y los aficionados ya sueñan con la vuelta a una posible final y una revancha después de la amarga derrota del año pasado contra el Atlético.