Otamendi adelanta una semana su recuperación
Nicolás Otamendi está hecho de otra pasta. Si contra el Barcelona terminó el partido con un esguince en su tobillo izquierdo, casi sin poder apoyar el pie, dejando carreras imposibles detrás de Messi, tapando los huecos que dejaba Mustafi y siendo en definitiva el mejor jugador valencianista sobre el terreno de juego, esta semana está machacándose en la Ciudad Deportiva dejando a todos con la boca abierta. Su trabajo en las entrañas de Paterna está siendo muy intenso y su objetivo pasa por ayudar al equipo en Granada.
Sin embargo, los méritos del defensa argentino no acaban aquí. Esta misma mañana destrozando cualquier pronóstico ha vuelto a trabajar con el grupo casi como si de uno más se tratara.
El defensa argentino, que se ha estado realizando dobles sesiones de recuperación, pasa por las manos de los fisioterapeutas de buena mañana y luego se enfunda un fuerte vendaje en su tobillo, que le impida que se le doble, y comienza el trabajo con ejercicios propioceptivos con gomas elásticas y pelotas de goma que le hacen fortalecer la articulación, así como los apoyos sobre superficies irregulares como plataformas. Luego llega el momento de los ejercicios isiométricos de carga de fuerza y de los ejercicios de fortalecimiento con apoyos sobre el tobillo en carrera.
El próximo paso, volver ¿en Granada?
Aquí es donde Otamendi ha sorprendido a todos porque la lógica dice que estos trabajos los debería estar desarrollando a partir de los siete días de lesión, pero a los cuatro días desde el partido disputado en Mestalla ante el Barça, ya está machacándose intensamente. No sería raro verle en pocos días volverle a ver vestido de gala sobre el césped.
Todo y que el paso a las botas es un salto muy grande porque el calzado es más incómodo, el argentino no ha tardado ni 24 horas en probarse. Pese a todo, sigue pareciendo imposible que llegue a tiempo para la Copa contra el Rayo. Es más, y ya dentro de las previsiones más positivas para su tobillo, podría llegar para el encuentro de Granada, aunque si así fuera, pulverizaría todos los registros.
En los esguinces de grado 1-2 no sólo existe una elongación de los ligamentos sino que ya existe una leve rotura de los mismos por lo que hay que tener la tranquilidad necesaria para recuperarse bien de la lesión. Aún así, Otamendi tiene buenas sensaciones y está dejando a los fisioterapeutas y a los recuperadores valencianistas con la boca abierta con actuaciones como la de esta mañana. El porteño es uno de los jugadores más duros y con el umbral del dolor más alto que conocen en el club. Desde que saliera de Mestalla cojeando ostensiblemente hasta las imágenes del vídeo no han pasado ni 48 horas y ya está entrenando.
Uno de los importantes para FIFA.com
En otro orden de cosas, el futbolista charló con FIFA.com y explicó sonriente su presente como líder de la zaga del Valencia CF y su regreso a la selección tras su ausencia en Brasil 2014. “Estoy disfrutando de cada momento que me toca vivir. Hoy en día las cosas están saliendo bien y hay que aprovecharlo, ¿no?”
No an vano, Otamendi recuerda que el golpe más duro fue cuando quedó a las puertas de la cita brasileña. “Me dolió mucho, porque uno se prepara para eso. Lamentablemente, hay entrenadores que tienen a sus jugadores, a algunos les pueden gustar más o menos, pero ellos son los que tienen la última palabra”.
El argentino no pudo acompañar a sus compañeros en el camino a Maracaná, pero no tiró la toalla. Siguió peleando y, en esta nueva temporada, el fútbol le dio revancha. Titular por fin en el Valencia, que este año está peleando en lo alto de la tabla de La Liga, la afición le compara ya con uno de sus ídolos, Roberto Ayala. “A uno le pone muy contento que lo comparen con alguien como él. Ayala es un referente para mí”.
Su buen hacer en el club ché le ha llevado de vuelta a la selección, ahora a las órdenes de Gerardo Martino. “Es como estar viviendo una segunda oportunidad. Hay que trabajar día a día y rendir al máximo. Yo soy de los que creen que, si un jugador busca sus chances, al final siempre las tiene”.