El Valencia CF se quedó a las puertas de cuartos de final tras perder por dos goles a cero contra el Espanyol en el estadio Power8 de Cornellà. Los valencianistas jugaron con uno menos 78 minutos por la expulsión de Mustafi y aguantaron una hora el empate que les clasificaba, pero el cansancio y el acierto de Caicedo les apea de una competición en la que la afición y el club tenían puestas todas sus esperanzas esta temporada.
Los de Nuno defendían una renta pírrica, pero que a la postre fue insuficiente y quedaron apeados de la Copa. La primera final, acabó, por ende, con la primera gran decepción de la temporada. Sólo queda la Liga.
Con Gayà de vuelta tras la sanción, el técnico portugués salió en Barcelona con el 3-5-2 que tanto le satisface y que tantos éxitos le ha dado. Hubo cambios, pero pocos. El partido era una final y, aunque en la puerta jugó Yoel, y en el medio de la zaga Vezo, el entrenador lo arropó con los siempre seguros Otamendi y Mustafi.
El resto del equipo prácticamente fue el once de gala. Barragán se ocupo de la banda derecha; Enzo Pérez y André Gomes repetían en el medio y Paco Alcácer en la punta. Las únicas novedades fueron Javi Fuego, que dio descanso a Dani Parejo, y Rodrigo De Paul que hizo de mediapunta en lugar de Negredo.
Se notaba desde los minutos iniciales que los dos equipos querían la Copa. La tensión se mascaba en el Cornellà - Power8 stadium. Hasta el minuto 10 no llegó la primera ocasión clara, un disparo de De Paul lejano que el meta periquito atajó bien abajo. Había curiosidad por ver la dupla del Benfica Enzo-André en la creación; pero al minuto 13, Sergio García, el más listo de clase, le robó la cartera a Mustafi (puede que con falta previa) y el internacional alemán tuvo que derribarlo siendo el último. Expulsión tonta, rigurosa, pero con el reglamento en la mano, entendible. Tocaba sufrir y apelar a la épica.
Nuno rehizo el sistema y retrasó sus líneas poniendo cuatro en el fondo, con Barragán y Gayà; bajó a De Paul a la banda izquierda y a Enzo a la derecha. Arriba dejó a Alcácer, pero su presencia era meramente anecdótica. Desasistido y con molestias musculares, no entraba en juego..
En el 19 Yoel tuvo que intervenir a tiro de Duarte desde fuera del área; pero el monólogo espanyolista era evidente. El equipo estaba en shock y los catalanes, espoleados por la superioridad, se volcó en el equipo. Stuani casi acierta de cabeza en el 24 tras centro de Víctor Álvarez.
El Valencia no jugaba a nada, más que a aguantar las oleadas espanyolistas y Nuno decidió sacar a Negredo por Alcácer, con molestias, para buscar un juego más directo. Y a la primera que tocó, se notó. En el 38, el de vallecas bajaba una pelota con calidad para cedérsela a De Paul, que disparó flojo. Había pasado media hora larga sin presencia valencianista en el área rival. El Tiburón tenía ganas y le dio otro empaque al equipo.
Pero el Espanyol seguía llevando el peso del partido. En el 44 Vezo sacó una disparo cuando llevaba marchamo de gol y Yoel estaba batido. Al descanso, sin duda, lo mejor era el resultado.
La segunda mitad comenzó con dos sustos. En el 46 la pelota se paseaba por la línea y en el 47 Stuani obligaba de cabeza a la estirada de Yoel y el posterior despeje de Otamendi. El meta gallego, por fin, mostraba su mejor versión en Cornellà. El Espanyol olía la sangre, veía al Valencia noquedado y lo tenía encerrado.
El Espanyol jugaba a sus anchas; mientras que el Valencia se defendía con garra y oficio. Poco más podía hacer. Firmaba el empate a cero. Fueron los diez minutos más largos de la temporada hasta que los de Mestalla consiguieron estirarse tímidamente.
El técnico local puso en liza a Salva Sevilla por el amonestado Víctor Álvarez; mientras que Nuno apostó por Orban en lugar de De Paul para poder adelantar a Gayà y ganar presencia fuera de su área. Quedaban sólo 23 minutos para conseguir el objetivo y cada instante que la pelota estaba en campo del Espanyol, más cerca estaba el Valencia de los cuartos de final.
Con un cuarto de hora por disputarse, Sergio González sacó la dinamita que tenía en el banco. Caicedo salía por un lateral, Javi López. Defensa de tres y a volcarse a por el Valencia. El Espanyol olía la sangre, pero no encontraba la yugular de su rival, que achicaba el peligro como podía hasta que salió el ecuatoriano quien, a la salida de una falta, remataba de cabeza a gol mientras Yoel le cogía la testa y no la pelota. 1-0. La presa sangraba... Y apenas tenía tiempo para reaccionar. Apenas 12 minutos.
Para suturar la herida, Nuno sacó a Parejo por Otamendi; mientras que su homólogo perico sentaba a un punta, Stuani, por Víctor Sánchez.
El cazador, Caicedo, bajaba un buen pase de Lucas Vázquez en el 88 y hacía el definitivo 2-0 que terminaba por matar al Valencia en su primera "final" de la temporada. A la desesperada el Valencia tuvo una ocasión para forzar la prórroga, pero la sentencia estaba echada. Adiós a la Copa. Sólo queda la Liga. Peligro.