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Informe Cornellà: Una presión más adelantada, un Espanyol alejado del área y errores de juventud

José Luis Gayà volvió a ser una de las claves para que el Valencia ganará fuera de casa.
Manu Gimeno

El Valencia CF volvió a encontrarse con victoria fuera de Mestalla casi un mes y medio después de traerse los tres puntos de Eibar. Los de Nuno no desplegaron un juego fluido, ni muy sólido, pero se logró romper con la mala racha que era el gran objetivo, reencontrase con la victoria y dejar atrás unos malos partidos en los que el Valencia no estuvo bien como en Málaga, Vigo ni en Cornellà en la Copa. Con el primer objetivo cumplido, que era el de la victoria, llega la hora de analizar el choque y la leve mejoría que el Valencia tuvo por momentos sobre el césped gracias a una intensidad más alta y a la presión más adelantada que realizó sobre la salida de balón del rival, pero volvió a tener problemas en fases del partido en los que se mostró muy blando en fases del partido y defensivamente no estuvo bien.

1.- El equipo más adelantado y la presión en campo contrario 
Nuno había trabajado toda la semana que la presión y la intensidad fueran altas para obligar al Espanyol a jugar más incómodo y que eso le llevara a perder balones en zona de tres cuartos como así sucedió. Los pericos tuvieron más problemas que en la Copa para sacar el balón jugado desde atrás y eso se debió a que los goleadores  y los centrocampistas apretaron y achicaron espacios. Los Sergio González se vieron ahogados por el Valencia, que consiguió que el rival no pudiera su juego directo, ya que su salida de balón no funcionó. Buena cuenta de ello fue la presión que el Valencia realizó en campo contrario, no espero al rival y eso se tradujo en que el Valencia vivió 15 metros más adelantado que en los últimos choques lejos de Mestalla.


2.- El Espanyol vivió lejos de la portería de Alves y sin faltas laterales
La premisa era muy clara por parte de Nuno: había que alejar lo máximo del área a Caicedo y a Christian Stuani, dos de los hombres más en forma del conjunto perico y que llevan el gol en la sangre. Además, el técnico portugués no quería que el Valencia concediera segundas oportunidades, ni que el Espanyol viviera de las jugadas a balón parado. La segunda línea del Espanyol, los mediocentros y centrocampistas, no entraban en juego y en muchas ocasiones morían en la medular; el Valencia se encargó de que esas faltas laterales no llegaran y los de Sergio González fueron menos equipo.
Por eso el Valencia logró recuperar los balones mucho más alejado de su área que en el partido de Copa disputado en el mismo escenario y o en el choque que jugó el pasado fin de semana en Málaga, en donde vivió encerrado buena parte del partido. Es verdad que en Cornellà en los minutos finales el Valencia retrocedió 15 metros y acabó sufriendo más de lo que lo había hecho durante muchas fases del partido. Un problema de la inexperiencia y de la juventud del equipo. No puede volver a ocurrir la pérdida de balón que supone el gol de Sergio García porque se puso echar todo el trabajo a la basura.   



3.-Más balones al área y el triple de jugadas de ataque que ante el Málaga
Otra de las premisas que dio Nuno fue la abastecer de balones a los delanteros, a Alcácer y a Negredo. En Málaga tan sólo tres balones colgados en todo el partido fue un escaso bagaje para buscar el gol y eso en Cornellà se mejoró porque entre balones al área, asistencias de gol y balón parado, los delanteros disfrutaron de hasta 10 balones dentro del área. En esto también se mejoró y el equipo supo sacar rentabilidad a las bandas. Hubo mucha más profundidad por banda, algo que sin Piatti y Feghouli, tan sólo lo intentaba Rodrigo Moreno y Gayà. El equipo jugó más adelantado y eso le permitió llegar al área en más ocasiones y sin tener que recorrer 40 metros conduciendo el balón hasta el área contraria. El Valencia ocupó mejor el campo, en toda su amplitud.



 4.- Salida por bandas y Piatti-Gayà llevaron el peso
Las bandas le dieron mucha más profundidad al equipo que en partidos anteriores como el de La Rosaleda y Cornellà en Copa en donde el Valencia acabó llevando todo el peso ofensivo por el centro. A lo largo del partido los ché llevaron hasta el 41% de sus ataques por la banda de Gayà y Piatti que fueron un peligro constante para el Espanyol, pero en ocasiones ambos se anulaban porque pisaban las mismas zonas de campo, eso lo quiso aprovechar el Espanyol que también basó todo su juego de ataque por el flanco derecho en busca de esos huecos que podían dejar los dos jugadores valencianistas. En la segunda mitad el Valencia incrementó sus ataques por la izquierda hasta un 47%, lo que dice bien de la superioridad sobre la banda que ocuparon Soso y Rodrigo junto a Barragán.   


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