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Atlético de Madrid
1-1
Valencia CF

¡¡¡Empatazo!!!

Arda fue una pesadilla para Gayà. (Foto: EFE)
David Torres

El Valencia CF consiguió un valiosísimo empate en el Vicente Calderón gracias al gol de Skhodran Mustafi que empataba el tanto inicial de Koke. Fue un encuentro trabado en el que los de Nuno, además de contra un equipo muy sólido, tuvieron que sobreponerse a un arbitraje que los minó obra del colegiado aragonés Jaime Latre.

Pese a todo, el punto sabe a gloria porque le permite a los valencianistas seguir sumando y asegurarse el 'Goal Average' contra un rival directo por todo. 
Que era partido grande nadie lo dudaba. Hasta Otamendi hizo una de las suyas y se 'coló' en el once titular cuando una semana antes tenía que abandonar el terreno de juego con un esguince de grado dos y un período estimado de reposo no inferior a diez días. El Valencia lo tenía clarísimo y salió mucho más enchufado que los rojiblancos. 
La consigna local fue entonces apretar e intensificar el juego hasta rozar la legalidad. Así se ganó Torres la primera amarilla del partido por un codazo sobre Otamendi que bien pudo ser la roja. Raúl García (sin amonestación) le siguió en la tangana posterior y completaría la tripleta Juanfran Torres pisándole a Gayà. El colegiado aragonés también perdonó la cartulina. 
El Valencia, a la contra, inquietaba sin llegar a morder. Desempeñaba el papel de niño bueno y protestaba al colegiado pero sin pegar y así le caían las tarjetas y le llegó el gol. Centro que Torres mete al punto de penalti, Tiago cede atrás y Koke, llegando desde la frontal logra el 1-0 batiendo por bajo a Alves. Todos los valencianistas pidieron mano del portugués, pero ni en sendas repeticiones se puede apreciar si es hombro, pecho o mano. El empuje obtenía su premio a la media hora.    
El Atlético seguía a la suya. Raúl García le pisaba el tobillo lesionado a Otamendi; Jaime Latre no quería verlo. Suma y sigue. También se la perdonó a Siqueira... Todo valía... En un sentido, claro. Porque a Enzo Pérez, cayéndose, derribó a Tiago y sí que recibió la correspondiente sanción. 
El colegiado y el empuje local habían desdibujado a un Valencia que sólo sumó un remate de Negredo en los primeros 45 minutos, en el minuto 3.   

Misma tónica en la segunda parte

El propio Negredo fue el primero en comprobar que la tónica en la segunda mitad iba a ser similar. A la primera, el madrileño fue amonestado por recriminarle al colegiado lo que todos habían visto ya: le estaba pesando el ambiente, el escenario y la presión"Te puede todo esto", le dijo señalando a las gradas. Diez minutos después era Otamendi el que se llevaba el regalito sopresa de Latre. En un salto sin aparente peligro, otra cartulina; mientras que Gabi en una jugada similar contra Negredo, salía indemne.
A estas alturas el Valencia había hecho 15 faltas ¡¡¡Y ya tenía 5 amarillas!!!
El encuentro estaba exactamente dónde querían los locales. El Valencia, desquiciado, apagado, a merced de las decisiones del colegiado y sin mordiente. Por eso Nuno Espírito Santo puso en liza a Rodrigo Moreno por un desaparecido Feghouli. Simeone hizo lo propio y sacó a Mandzukic por Torres.
Por no faltar a la verdad, es cierto que no sólo un mal arbitraje condenaba al Valencia. Los de Mestalla tenían más posesión que de costumbre; sufrían por su banda más fuerte, la izquierda; y no llegaban arriba... Para tratar de aportar claridad, el técnico portugués sentó a Enzo Pérez, mal en el Calderón; y puso en liza a André Gomes, que observó en primer plano como Tiago estrelló el balón en el larguero. Simeone se encerró y sacó a Suárez. Estaban más cómodos y sólo un despejo erróneo de Godín pudo alterarlo. ¿Su solución? Pedir a la grada para que animara más y presionara un poco más si cabe al joven colegiado.     

El empate que hace justicia

 
El Valencia, con la posesión, encerró al Atlético y, a pesar de su pírrico bagaje ofensivo, se vio dueño y señor de la medular (Gracias Simeone) y logró el empate. Una falta de Dani Parejo al larguero acabó en un rebote que Mustafi cabeceaba para hacer el 1-1. Era un empate justo para los méritos (o deméritos) demostrados por ambos bloques. Quedaba poco menos de un cuarto de hora y los rojiblancos apretaron para recuperar el tiempo perdido.
La expulsión de Javi Fuego por doble amarilla y el cambio de Orban por Piatti puso punto final a un partido emocionante por lo disputado y porque el punto para el Valencia vale por dos y sabe a gloria después de remontar. 

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