La plantilla del Valencia se ha conjurado para dar el do de pecho en la semana natural que ahora comienza y en la que deben disputar tres partidos. Los jugadores del conjunto de Mestalla son conscientes de que todo el trabajo de la temporada está en juego en esta semana.
El Valencia está en un punto sin retorno y los jugadores lo saben. Lo han hablado en el vestuario, lo dicen pública y privadamente, se les nota en las miradas y se lo confiesan a sus más cercanos cuándo hablan con ellos. La plantilla sabe que esta semana en la que jugarán contra el Granada, Rayo y Eibar, se juegan toda la temporada.
Y es que, además de hablarlo de forma interna y decirlo pública y privadamente, los valencianistas Tienen las cuentas hechas. En el seno del vestuario, uno de los más comprometidos y responsables de los últimos tiempos a pesar de su juventud, saben que si ganan los tres próximos encuentros la cuarta plaza ya no se les escapa y podrán acechar de nuevo al Atlético.
En el vestuario quieren ser terceros, pero ante todo garantizarse ser cuartos. Es el objetivo mínimo e indispensable para calificar la temporada de éxito y los jugadores son conscientes. Así, por ejemplo, el último en salir a la palestra fue Enzo Pérez. Nos lo jugamos todo "en seis días" aseguraba el mediocentro argentino. Se notaba que la consigna sale de dentro. La tienen interiorizada y van a por ello.
Además, son conscientes de que sus rivales -Sevilla y Atlético, principalmente- tampoco tienen un calendario fácil y, si el Valencia resuelve con victoria sus partidos, tendrá mucho camino avanzado.
La confianza radica también en que dos de los tres encuentros que disputan son en Mestalla, un auténtico fortín esta temporada del que han volado poquísimos puntos.
Ganar los tres próximos partidos y sumar nueve puntos, permitiría afrontar la salida al Bernabéu del 9 de mayo sin la presión acuciante de tener que sumar en el campo madridista. La ilusión y la responsabilidad ante una semana decisiva inundan el vestuario a partes iguales.