Carlos Soler, la joya de Paterna que encarna la nueva Academia

Carlos Soler no es un jugador más de la cantera del Valencia CF. Es un futbolista de enorme calidad, pero que encarna y representa la nueva Academia valencianista. Un gran futbolista, con un futuro prometedor y un presente con un entorno adecuado y un gran palmarés académico. Y es que aunque Carlos Soler puede presumir de ser un valencianista con más de 500 goles en la escuela de Paterna, los que lo conocen bien, incluso, destacan de él su personalidad por encima de su puntería. 

Lleva diez años en Paterna, desde que en 2005 maravillase en un Trofeo Pepe Valls jugando con el camiseta del Bonrepós. Carlos le dio un baño a su Valencia actual, marcando tres goles. Desde entonces, ha sido un jugador destacado en la escuela, primero por su calidad humana y futbolística.
Este año ha sido casi el jugador más importante para el juvenil A de Ruben Baraja. Puntualmente a lo largo de la temporada ha estado entrenando con el filial, incluso algún entrenamiento con el primer equipo valencianista. Pero ha sido más el último mes cuando ha logrado la continuidad en el Valencia Mestalla, justo cuando está jugándose el tramo decisivo de la temporada. 
Debutó hace dos jornadas como titular contra el Cornellà: la ausencia de Zahibo por tarjeta y Fernando Cano con molestias hizo que a pesar de ser juvenil de segundo año (le quedaría otro más con el A) pudiera jugar ya con el Mestalla. A pesar de ser el novato del filial valencianista fue el elegido por Curro Torres para sacar todas las faltas, pues es un especialista a balón parado. Tiene un guante, tira penaltis, saca córners, faltas… lo que le echen.
Tradicionalmente Carlos ha jugado siempre de 8 ó de 10, pero Baraja le ha puesto todo este año de 6, una posición a la que se ha adaptado espectacularmente, a pesar de tener mayor responsabilidad defensiva. Con Curro también jugó en esa posición. Y así quieren en la Academia que crezca futbolísticamente. 
El chaval fue nombrado mejor jugador del torneo de Arona en 2009. Pero un año antes, y siendo más pequeño, lo subieron de equipo para llevárselo al torneo de Brunete donde hizo un papel excelente. A raíz de lo de Arona, Adidas le hizo un contrato. Ahora comparte marca deportiva con su club. Fue el jugador más joven de la historia en firmar con la marca deportiva.
Se mantiene fiel a su club, como a su representante Javier Cordón, y le queda un año más de contrato. Pero todo apunta a que seguirá en la Academia, creciendo como futbolista y mejorando, si es posible, como persona y estudiante. Es una joya más de la cantera del Valencia. Pero Carlos Soler es, además, el nuevo ejemplo de una Academia que trabaja grandes futbolistas... y grandes personas.