La historia de la primera final de Champions League del Valencia CF fue fraguándose partido a partido, hazaña tras hazaña, recital tras recital. Tras vapulear a la SS Lazio en cuartos de final, llegaba el turno del FC Barcelona. Una semifinal española que se antojaba muy disputada, pero en la que el Valencia CF dio un golpe sobre la mesa difícilmente contestable.
Un Mestalla repleto aguardaba impaciente el inicio de un partido que se prometía vibrante y que no decepcionó a nadie. No habían transcurrido ni diez minutos de encuentro cuando Miguel Ángel Angulo siguió con su gran actuación en la máxima competición continental y abrió el marcador. Tras un centro desde la derecha de Mendieta y una jugada embarullada en el área, el asturiano fue el más listo para con un derechazo imparable hacer el primero del partido.
Reaccionó el equipo rival, que hizo el empate tan solo 17 minutos después, con un centro de Zenden que Pellegrino empujó al fondo de la red de forma involuntaria. Era el tanto del empate y parecía que todo se ponía muy cuesta arriba, pero el Valencia CF sacó fuerzas y se levantó más fuerte si cabe.
Y es que, justo antes del descanso, nuevamente Angulo volvió a poner a los nuestros por delante. Una recuperación en la salida de balón blaugrana acabó en los pies de Kily González, que desde la izquierda puso un centro magnífico para que el delantero asturiano pusiera la eliminatoria de cara a pocos minutos del final de la primera parte.
Pero no quedaba ahí la cosa. Angulo, otra vez el gran protagonista, provocó un penalti de Puyol, que lo derribó claramente dentro del área. Y la pena máxima, ya en el tiempo de descuento, la aprovechó uno de los mejores lanzadores de penaltis que ha tenido el Valencia CF: Gaizka Mendieta. El equipo de Cúper se iba con un 3-1 al descanso y se permitía empezar a soñar con la final.
Y más grande fue aún ese sueño cuando, en el descuento de la segunda parte, Carboni hizo de las suyas, volviendo loca a la defensa rival con una internada por la izquierda, y centró atrás para que Claudio López la pusiera con la izquierda ajustada al palo, haciendo inútil la estirada del portero rival.
El Valencia CF ya estaba a solo un paso de París, una final que aunque acabó en derrota perdurará por siempre en la memoria de todos los aficionados y aficionadas valencianistas... Pero eso forma parte de la siguiente entrega de la historia...