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Valencia CF
2-3
FC Zenit

El Valencia paga la novatada europea

Cancelo acortó distancias en el minuto 54. (Foto: David González)
David Torres

El Valencia pagó la novatada y comenzó la fase de grupos perdiendo en casa por dos goles a tres en un encuentro en el que dominó pero que el Zenit supo materializar las ocasiones que tuvo. Los de Nuno pecaron de inexpertos y cuando se quisieron dar cuenta ya perdían por cero a dos, por culpa de dos trayazos de Hulk. Los de Mestalla empataron gracias a los tantos de Cancelo y André Gomes, y cuando respiraban para ir a por el tercero, Witsel en un nuevo error de concentración, estableció el 2-3 definitivo.

Jaume, Cancelo, Mustafi, Abdennour, Gayá, Javi Fuego, Enzo Pérez, Parejo, Feghouli, Rodrigo y Negredo fue la apuesta de Nuno Espírito Santo en su primer partido de Liga de Campeones. Esto es, el mismo once que le dio la victoria en la Liga contra el Sporting
No era el día de arriesgar y parece que la escuela portuguesa eso lo tiene claro. Quizá por ello, su homólogo en el banquillo ruso, Villas-Boas, apostó por una defensa de cinco. Esa disposición facilitó que el Valencia encerrara a los rusos los primeros minutos. Quería el equipo demostrar que en su casa manda el Valencia. PIatti entraba por la izquierda y Cancelo, desde fuera del área, estrellaba el balón en el palo de la portería de Lodyguin. 
El siguiente en probar fue Feghouli. El argelino peleaba, asistía y remataba de cabeza. En el 8' una asistencia tuya era perdonada por Parejo en boca de gol. EL Zenit daba demasiadas facilidades atrás, pero sacaba las garras a la contra y en la primera que tuvieron, Hulk lograba el 0-1. Contra rápida y potente y de disparo seco, cruzado y por bajo, ponía en ventaja a su equipo. Jaume no tuvo tiempo de reaccionar ante la violencia del disparo, ni Cancelo velocidad para coger al brasileño. 
El tanto enfrió una calurosa noche de septiembre. El Valencia tardó en reaccionar, pero lo hizo. Quizá no tan rápido como Villas-Boas, que cerró su sistema pasando a un 4-5-1. Pero el Valencia tenía el dominio territorial y lo ejercía. Forzaba córner tras córner para embotellar al Zenit. El Valencia buscaba el empate pero el Zenit se defendía sin demasiados apuros. Y es que, el guión se les había puesto de cara demasiado pronto. Danny en la medular hacía y deshacía a su antojo y las contras helaban el corazón de los aficionados valencianistas.
En el 33 Piatti reclamó unas posibles manos en el área. Era el enésimo centro al área visitante sin acierto. Los ánimos de la gente se convirtieron en nerviosismo y en imprecisiones del equipo sobre el césped. Piatti, de cabeza, lo probaba de nuevo al filo del descanso. Sin suerte para él, ni para el Valencia, que veía como en el último minuto un balón suelto a 30 metros del área se convertía en un obús lanzado por la pierna izquierda de Hulk que doblaba la punta de los guantes a Jaume. 0-2 y la Champions se ponía cuesta arriba. La pitada al descanso fue breve pero intensa.   

Dos puntas y a por todas

Nuno lo vio tan negro como la parroquia valencianista y sentó en el descanso a Piatti y Fuego para jugar con André Gomes y Alcácer. El portugués desplazaba a Parejo a la izquierda y el de Toren tenía que ayudar a Negredo a romper las línea de cinco del Zenit. Con el equipo ruso agazapado, un único mediocentro defensivo bastaba. Alcácer, en dudosa posición de fuera de juego, marcaba en el minuto 4. No subió al marcador, pero las intenciones estaban claras. EL linier empezaba a gustarse. A la jugada siguiente cortaba un nuevo ataque del Valencia. Esta vez era Gayà el que, desde su punto de vista, estaba en fuera de juego.
El partido era un monólogo local y, se consiguió el objetivo, el Valencia cortó distancias en el 54. Un centro chut de Cancelo desde la derecha sorprendía a Lodyguin. 1-2 y Mestalla coreaba "Si se puede"..
Quedaban tiempo y ganas. Europa contemplaba y el estadio rugía. Cada aproximación local era una ocasión de peligro y André Villas-Boas lo cortó con un cambio rápido. El delantero Dzyuba se iba al banco y entraba Fayzulin. Quedaba media hora y un sólo equipo sobre el campo. El acoso y derribo era tremendo. Las bandas, André, Parejo, los puntas, Mustafi cortando lo poco que se prodigaba el Zenit en ataque.... La sinfonía sonaba armoniosa y las opciones se sucedían. Parejo chutó fuera por poco una asistencia de Negredo en el 62. Villas-Boas, ante el vendaval de juego valencianista, hizo su segundo cambio. Corría el 70, y Nuno aprovechaba el parón para refrescar su banda derecha dando entrada a Rodrigo Moreno por Feghouli
Sería sin embargo, André Gomes el que pondría la merecida igualada en el marcador. Una jugada personal del portugués por la izquierda driblando a su par con un recorte sublime le permitía colocarse el balón en la pierna derecha y marcar por bajo.

Cuando Mestalla vibraba con el empate...

Sin embargo, cuando lo más difícil estaba hecho, Witsel, de disparo cruzado raso hacía el 2-3 en la jugada siguiente. Villas-Boas sacaba a Neto por Anyukov para tratar de consolidar la ventaja. Los rusos perdían tiempo siempre que podían y el Valencia seguía en sus trece pero cada vez con menos ahínco y más protestas al árbitro. Pedía Penalti por aquí, manos por allá, y mientras a colgar balones al área. Eso sí, cada vez éstos eran menos eficaces, menos precisos y más fruto de la desesperación. 
El Valencia quería, lo intentaba y lo merecía, pero el tiempo se le escapaba. El Zenit y el colegiado trataron de que no se jugara más y lo consiguieron. Quizá debió subir el tercero del conjunto de Mestalla al marcador y haber debutado con un empate, pero éste no llegó. Tocará sufrir más de lo previsto para clasificarse.       

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