Cuando Joaquín se marchó del Betis paso a formar parte de la historia de la entidad. Gran parte de culpa la tuvo la consecución de la
Copa del Rey en 2005, entre otras muchas cosas, claro está. Aquella temporada, los verdiblancos se plantaron en la final tras acabar con el Alcalá, el Cádiz, el Mirandés, la Gramanet y el Athletic a su paso. El extremo portuense, que había sido una pieza clave en el torneo liguero, ayudando a conseguir el cuarto puesto que otorgaba la posibilidad de participar en la Liga de Campeones por primera y única vez en su historia; también había sido muy importante en el torneo del K.O., participando activamente en todas las eliminatorias. Así llegó el día señalado, ante
Osasuna en el Vicente Calderón, precisamente donde el Betis había conseguido la otra Copa que tiene en sus vitrinas 28 años antes.
Ante el cuadro rojillo, Joaquín disputó los 120 minutos, pues hubo prórroga tras el 1-1 con el que se llegó al final del tiempo reglamentario. El portuense hizo de las suyas, y volvió loco a la defensa del Osasuna durante todo el partido, especialmente a Clavero, el lateral zurdo al que le sacó una tarjeta amarilla; y sobretodo a Pablo García, que, desquiciado, se autoexpulsó tras una violenta entrada al extremo. Los goles de Oliveira y Dani hicieron inútil el logrado por Aloisi y propiciaron que la Copa emprendiera el camino con dirección la capital hispalense junto a la expedición verdiblanca. Fue el primero de los dos títulos que Joaquín ha logrado a lo largo de su carrera, y a buen seguro el más especial.
En el verano de 2006 abandonó el Betis para fichar por el Valencia. En su segunda temporada como che volvió a alzarse con una Copa del Rey. Por aquel entonces, Joaquín era considerado una de las principales estrellas del cuadro valencianista, pero sorprendentemente, tras haber participado en todas las eliminatorias anteriores, permaneció durante los 90 minutos de la final en el banquillo.
Con sus goles había contribuido a que los blanquinegros llegaran a la final.
Hizo cuatro, dos de ellos ante el Betis en el Villamarín que dieron la victoria al Valencia por 1-2. La decisión tomada por Ronald Koeman no sentó nada bien al de El Puerto, si bien es cierto que el técnico se vio obligado a realizar los dos últimos cambios tras sendas lesiones de Moretti y Villa.
De esta forma,
el partido del sábado entre Valencia y Betis será especial. Pero
no sólo por que son los dos equipos con los que Joaquín ha levantado algún título, sino porque son los clubes en los que más partidos ha disputado. No será la primera vez que el portuense regrese al feudo valencianista con otra camiseta, pero sí la primera que lo haga con la elástica verdiblanca tras su marcha en 2006.