Dos de los tres canteranos que faltaban por debutar lo hicieron de la mano de Gary Neville. En el haber del inglés y no en el de otro técnico estarán los nombres de Zahibo y Fran Villalba, que han unido su historia con la del primer equipo ché. Zahibo fue de la partida y pese a arrancar muy nervioso, comenzó a hacer lo que sabe: abarcó todos esos metros que tiene acostumbrados a los espectadores del Antonio Puchades en la Ciudad Deportiva y ayudó mucho en la contención.
Pero hubo un bajito, un niño de 17 años llamado Fran Villalba que maravilló a Mestalla. Se sintió muy cómodo entre hombres que doblaban su edad y se adaptó a la perfección al verde de Mestalla. Es su hábitat natural, Fran lució como si estuviera jugando y pateando el esférico como hacía hasta hace unos años en las calles del Cabanyal. Su magnífico toque maravilló, su visión de juego permitió desatascar el juego ché, pero lo que más llamó la atención es que siempre elige la opción correcta y lo hace en muy pocos segundos. Su despliegue técnico fue de lo mejor del partido.
Se ofreció siempre, nunca se escondió entre los gigantes que lo rodeaban y dio apoyos constantes a sus compañeros. Hacía mucho tiempo que alguien no elegía tan bien en cada acción en la que debía tomar decisiones rápidas, hasta la banda de música entendió lo que estaba viendo y se puso a tocar como si estuviera en la Real Maestranza de Sevilla. La agrupación musical Sant Isidre le tocó un pasodoble torero porque el novillero acabó la noche como matador de toros. Examen con nota del joven Fran Villaba. Desde esta noche su 'Majestad' Villalba.
Pero no sólo de la asociación vive Fran, también fue capaz de lanzar las jugadas de ataque y poner balones imposibles como ese de primeras que le puso a Mina en la cabeza o la asistencia al corazón del área para Negredo para que rematara a placer. Terminó el partido como lo empezó, con la misma sonrisa y con esa cara de niño de no haber roto un plato, pero todos saben que este muchacho ha nacido para esto.
La alternativa se la dio Negredo en el punto central de Mestalla, en el inicio de la segunda parte (Gary Neville debiste darle el regalo de la titularidad) y el colofón final llegó cuando el capitán Dani Parejo lo felicitó en persona al final del partido: con su brazo izquierdo lo rodeó por los hombros y su mano derecha fue a la cabeza de Fran. Hay que tener paciencia con un chico que sólo tiene 17 años, pero es espectáculo puro. Dinamita. El Valencia CF ha encontrado en este chico de El Cabanyal la continuidad futbolística que necesitará en los próximos años.