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Valencia CF
2-2
Real Madrid

El Valencia saca las agallas contra el Real Madrid

David Torres

El Valencia CF y el Real Madrid empataron a dos goles en un encuentro intenso en el que los de Gary Neville dieron la mejor imagen desde que el técnico inglés se ha hecho cargo del equipo. Por dos veces remontó el Valencia los goles de Benzema y Bale, gracias a Parejo, al transformar un penalti cometido sobre André Gomes y, Paco Alcácer de cabeza al aprovechar una asistencia de Rodrigo Moreno, que volvía tras dos meses de parón.

El Real Madrid, que jugó con uno menos los útimos veinte minutos por la justa expulsión de Kovacic tras cazar a Cancelo, fue un buen fiel para que el Valencia se demostrara a sí mismo que, con garra, pundonor y un poco de orden, puede ser mejor de lo que está demostrando en los últimos tiempos. Eso sí, o vuelve Mustafi pronto, o la defensa formada por Santos y Abdennour le va a costar muchos puntos al Valencia. 
Gary Neville no acabó nada convencido con la prueba de Villarreal y volvió a la defensa de cuatro para recibir al Real Madrid. Con el clásico 1-4-3-3 el técnico inglés pretendía amarrar las bandas y no conceder demasiadas facilidades a un rival que destaca por su pegada. Además, a diferencia del primer tiempo en El Madrigal, el equipo salió con las líneas más adelantadas, procurando dificultar la salida del rival y lo hizo. De hecho, gozó de las primeras ocasiones de peligro.
La presión ambiental se dejaba notar. La grada vivía el choque como día grande que era. Toda Mestalla respiraba noche de las buenas. Los gritos de ánimo y de homenaje a Rafa Benítez, sin embargo, dieron paso a un lamento profundo y desgarrado de protesta. Corría el minuto cinco y entre Pepe y Keylor Navas arrollaban a Alcácer cuando éste encaraba al meta madridista ¿penalti? Tan probable como que al Real Madrid esa pena máxima en contra no se la pitan, ni aquí, ni en la China. La cámara, eso sí, se recreaba con un pelotazo de Pepe que daba de forma fortuita en el brazo de Abdennour.  
El colegiado murciano, Sánchez Martínez, hacía la vista gorda en las acciones dudosas encendiendo los ánimos del respetable. El partido se le fue antes incluso de empezar, pero no es culpa suya, sino del que designa a un debutante para un partido de alta tensión como éste.
El Valencia presionaba. Quería alejar la pelota de su portería y de sus centrales, que no destacan precisamente por su seguridad a la hora de sacar la pelota. Y así llegó el primer gol. Aymen Abdennour perdía el balón en la frontal; triangulación sencilla del Real Madrid y Benzema batía a Jaume cuando acababa de cumplirse el primer cuarto de hora. Lo del tunecino es de juzgado de guardia. Desde que firmó por el Valencia no ha dado una a derechas. Primero porque estuvo lesionado, y después porque en ningún momento ha demostrado lo que por él pagó el Valencia.
El colegiado murciano, Sánchez Martínez, hacía la vista gorda en las acciones dudosas, encendiendo los ánimos del respetable. El partido se le fue antes incluso de empezar, pero no es culpa suya, sino del que designa a un debutante para un partido de alta tensión. Ante la mínima pitaba las faltas a favor del Real Madrid. Le preocupaba casi más el bienestar de los blancos que el normal discurrir del juego. ¿Ilegal? Probablemente no. Desquiciante, mucho. 
A pesar del colegiado, o además de é, el Valencia se había deshinchado levemente. El gol había minado parte de la confianza de los jugadores que, inconscientemente, retrasaron su posición en el campo. Aún así, al filo de la media hora, De Paul se la ponía en la cabeza a Joao Cancelo -que jugó de extremo derecho- y su cabezazo se fue desviado por poco, rozando el palo de la portería del Real Madrid.
El equipo quería, André Gomes, Cancelo, De Paul y Alcácer hacían virguerías y al final lograron su objetivo. La enésima cabalgada de Gomes terminaba con un doble penalti cometido por Pepe y en el gol posterior de Parejo.
Había esperanza. La remontada del año pasado estaba presente en la memoria colectiva de una afición que abarrotaba Mestalla. Sergio Ramos se la sacó a córner a André Gomes cuando la parroquia saboreaba el empate. El lanzamiento posterior dejaba a Abdennour solo, pero el tunecino no pudo redimirse y lanzó fuera. Increíble.
El equipo quería, André Gomes, Cancelo, De Paul y Alcácer hacían virguerías y al final lograron su objetivo. La enésima cabalgada de Gomes terminaba con un doble penalti cometido por Pepe (Tranquilos, sólo le sacó amarilla).
La pena máxima sería transformada por Dani Parejo en el 45 estableciendo la igualada momentánea en el marcador. Ese tanto, además de enardecer a las masas, evitaba que losl jugadores del Valencia enfilaran el túnel de vestuarios con cara de bobos y con el marcador en contra. Un error les había penalizado demasiado ante un flojo Real Madrid como para irse perdiendo. Aunque no es menos cierto que el colegiado se tragó un posible penalti de Orban sobre Bale en la jugada que precedía al gol del empate. Por fortuna para los intereses valencianistas, la exageración del galés jugó en su contra. 
El Valencia CF había acabado arrasando al Real Madrid en la primera mitad, pero salió con menos intensidad en al segunda parte y con una disposición un poco diferente, como más resguardado (1-4-1-4-1) con Parejo y Alcácer como hombres-boya. El riesgo era evidente, porque cada vez que la pelota se acercaba por los dominios de Santos o Abdennour, los marcapasos saltaban hechos añicos. Y no es que el Real Madrid demostrara nada del otro mundo, pero la calidad y la pegada siempre está.
Sánchez Martínez no lo pitó la posible pena máxima sobre Cristiano, y fruto de la desesperación, Kovacic cazó a Cancelo por detrás y le mostró la cartulina roja. El Madrid iba a jugar con uno menos veinte minutos.
Sánchez Martínez buscaba su dosis de protagonismo inventándose una amarilla a Barragán y perdonando una a Bale en el mismo minuto.
André Gomes, desde fuera, ponía en serios aprietos a Keylor Navas. De puños el costarricense evitó el 2-1. La respuesta obligó a una gran intervención del Gato de Almenara.
Rafa Benítez no lo veía claro y al grito de Valbuena, Valbuena, sentaba a Benzema y daba entrada a Lucas Vázquez. El partido se calentaba, el Madrid se desesperaba pidiendo un posible penalti de Abdennour sobre Cristiano. El luso se quejaba de que lo desequilibró cuando el portugués saltaba para esquivar a Jaume Doménech. Sánchez Martínez no lo pitó la posible pena máxima sobre Cristiano, y fruto de la desesperación, Kovacic cazó a Cancelo por detrás y le mostró la cartulina roja. El Madrid iba a jugar con uno menos veinte minutos. El Valencia iba a tener su ocasión. Otro colegiado quizá habría tenido más en cuenta el status en la Liga, pero el lorquino no se lo pensó y actuó con justicia. Milagro.

Carrusel de cambios y goles 

El equipo, parecía caerse. Físicamente no podía más y Gary Neville sacó a Rodrigo Moreno por Lucas Orban, que se marchó con molestias musculares. El hispano-brasileño volvía dos meses después.
Parecía que de nada serviría el cambio porque, en un saque lde falta lateral de Kroos, Bale de cabeza hacía el 1-2. Instantes después, sin embargo, Rodrigo Moreno se la ponía en bandeja de cabeza a Alcácer para que el ariete de Torrent, también de cabeza estableciera de nuevo el 2-2.
Neville sacaba a Negredo y Javi Fuego por Parejo y Rodrigo De Paul. Había que ir a por el partido. Y el ariete vallecano lo tuvo. Con el tiempo cumplido, Negredo estrelló en el pecho de Navas el balón que debió suponer el 3-2. Finalmente, empate justo por los méritos demostrados, pero que bien podría haber caído del lado valencianista.

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