Es Noticia

Aquellos cinco goles ante el Espanyol que trajeron la gloria

ElDesmarque

Dos goles de Rufete, dos del Pipo Baraja y otro de Adrian Ilie cambiaron el rumbo del Valencia CF en la temporada 2001-02. Aquellos cinco goles ante el Espanyol en primer lugar salvaron la cabeza de Rafa Benítez que llegó al olímpico de Montjuïc cuestionado y jugándose el puesto, y luego le dio la Liga. El triunfo cosechado bajo la nieve de Barcelona hizo posible que el Valencia CF cambiara el chip y arrancara una dinámica positiva que acabó por ganar una Liga que estaba complicada. Solo el convencimiento por hacerse con el título lo hizo posible porque en la vuelta en Mestalla, en la jornada 36, el conjunto blanquinegro volvió a ganar al conjunto perico con dos goles más de Baraja. Le dio la vuelta al partido y con un hombre menos sobre el campo tras la expulsión de Carboni. 

De nuevo se cruza el Espanyol en el camino del Valencia CF, aunque esta vez no lo hará por el título de Liga, sino que la situación se parece más a la de partido de Montjuïc, ya que Gary Neville llega en horas muy bajas y el conjunto ché pelea en la parte baja de la tabla para distanciarse lo máximo del descenso. Aquellos cinco goles marcados hace más de una década, cambiaron el aire del equipo y lograron algo impensable cuando en el mes de diciembre el Valencia parecía abocado a una temporada muy dura en la que no salían bien las cosas.   

De la victoria que salvó a Benítez...

Aquellos siete minutos mágicos en el olímpico de Montjuïc marcaron el futuro del Valencia CF. Del minuto 59 al 66, el conjunto ché le dio la vuelta a un partido que se marchó al descanso con un 2-0 en el marcador. El equipo valencianista lograba su primer triunfo a domicilio de la temporada tras levantar un resultado muy adverso. Se conoció como el 'Espíritu de Montjuïc', un punto de inflexión que hizo que el Valencia no tuviera techo y acabara por ganar la Liga al final del campeonato. 
El Valencia llegaba a Barcelona con cinco partidos sin ganar, pero en siete minutos, el Valencia logró lo que había sido incapaz de hacer esa campaña, ganar fuera de casa y marcando tres goles. El entonces técnico del Espanyol, Paco Flores, no daba crédito, pero el Valencia dio una lección de efectividad cara a puerta en una segunda parte trepidante. Benítez fue a por todas tras el descanso, quitó a Aimar y dio entrada a Salva Ballesta y el equipo lo notó.
Los ché comenzaron a dominar el encuentro y se produjo la reacción: Mista avisó con un remató al poste y desde entonces todo cambió. Rufete en dos ocasiones y luego Ilie llevaron la alegría y la sorpresa al marcador. Las bandas fueron claves: Vicente le arruinó la noche a Lopo y Rufete fue el que comenzó la gesta con esos dos goles oportunistas. El Valencia llevaba siete meses sin ganar a domicilio en Liga y en Barcelona se echó el cierre a esa mala racha y todo cambió a partir de ahí.  

...al título de Liga 

No se logró el ansiado título 30 años después en este partido ante el Espanyol, pero se dejaron los deberes hechos para hacerlo en La Rosaleda una semana después. Este triunfo ante el Espanyol fue el del corazón, el de la fe y el de la generosidad porque el equipo se vació con un jugador menos sobre el campo, ya que jugó una hora con 10 tras la expulsión de Carboni en la primera mitad. Mestalla empujó hasta el final y ese 27 de abril de 2002 pasó a la historia por la trabajada victoria sobre el conjunto perico. La Real Sociedad echo el resto y le ganó al Real Madrid en Anoeta lo que dejaba la diferencia entre ambos equipos en cuatro puntos faltan seis por disputarse. 
La plantilla y las más de 50.000 gargantas de Mestalla hicieron posible algo que seis meses en Montjuïc parecía imposible. El Valencia se presentaría en Málaga con su primer bola de partido para hacerse con el título de Liga. Tamudo de penalti en el 29' adelantó el Espanyol, pero el Valencia estaba convencido de ganar ese partido como fuera. Los jugadores se vaciaron y con un futbolista menos encerró al rival en su portería. Kily fue un huracán y revolucionó el partido, ya que de sus botas salieron los dos goles de Baraja, que había llegado en perfectas condiciones a ese tramo final de Liga y fue clave en aquel título de Liga. 
Tras el primer gol Mestalla explotó de alegría, también con los goles de la Real en Anoeta, pero con el segundo de Baraja, el estadio ché se vino abajo. Es verdad que matemáticamente se logró en Málaga, pero en aquella noche en Mestalla ante el Espanyol se 'logró' el título de Liga porque nada ni nadie iba a ser capaz de quitarle el título a los ché. Ni las adversidades por duras que fueran lo lograron. Los de Benítez irían a La Rosaleda con cuatro puntos de ventaja sobre el Real Madrid, se buscaba ganar allí y no esperar a la última jornada. Y así sucedió porque Ayala y Fabio Aurelio, antes del descanso pusieron el definitivo 0-2

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar