Es Noticia
Valencia CF
0-3
Athletic de Bilbao

Zarpazo a la recuperación

La respuesta inmediata de la dupla Neville-Ayestarán fue refrescar una banda sentando a Cheryshev y dando entrada a Feghouli. 
David Torres

El Valencia CF perdió con claridad ante el Athletic de Bilbao, un equipo que demostró ser más rocoso y tener mucho más oficio que los de Mestalla. No en vano, a pesar de dominar durante muchos minutos, los de Gary Neville fueron incapaces de marcar ni un gol, mientras que los bilbainos, en siete minutos mágicos en las postrimerías del choque, lograron tres y se llevaron tres puntos de oro en la lucha por la séptima plaza.

El zarpazo de los leones, bien dirigidos por Valverde a pesar de sus bajas, además es un serio aviso de lo que le puede a los valencianistas en la Europa League. El fútbol es para listos, y los rojiblancos demostraron tener más hechuras que los valencianistas. Zarpazo y frenazo en seco a la recuperación valencianista. 
El ya clásico 1-4-3-3 o 4-2-3-1, como prefieran, del Valencia se atragantaba con la línea avanzada de defensa rojiblanca. No fue hasta el minuto 20 cuando los de Mestalla generaron la primera ocasión clara del partido
Gary Neville no reservó nada y puso toda la carne en el asador para meterle mano a los leones. Tras las rotaciones europeas,  Diego Alves volvía a defender la portería. Por delante de él, el Valencia CF formó conCancelo y Gayà en los laterales y Aderllan Santos acompañando a Mustafi en el centro de la zaga. Enzo, Parejo y André Gomes eran los encargados de sostener al bloque en el centro del campo, mientras que Cheryshev y Mina que volverá a la línea de cal, serían los encargados de correr el contragolpe y nutrir de balones a Álvaro Negredo. Sorprendía la presencia del vallecano y la ausencia de Alcácer, suplente por segundo partido consecutivo. No tanto la de Mina, que está en un momento dulce.  
El Athletic, muy mermado, salió a por todas igualmente, presionando arriba, sin dejar pensar al Valencia, bien organizado en defensa y creando problemas desde el primer minuto. La lluvia, que inmediatamente hizo acto de presencia, parecía dar la bienvenida a los vascos. Tan pronto como apareció se fue. Era una premonición de lo que ocurría en el césped, dónde nada estaba claro. El Valencia la movía, con fluidez pero sin peligro. Le costaba traspasar las dos líneas defensivas que había establecido Valverde con Beñat (en el medio) y Sabin (arriba) como únicos pivotes.

Defensa adelantada del Athletic

El sustento de Enzo Pérez en la medular le da una libertad a André Gomes que, acompañada de cierta confianza recuperada, le convierten en un puñal capaz de rasgar cualquier línea.
El ya clásico 1-4-3-3 o 4-2-3-1, como prefieran, del Valencia se atragantaba con la línea avanzada de defensa rojiblanca. No fue hasta el minuto 20 cuando los de Mestalla generaron la primera ocasión clara del partido. Slalom de André Gomes rompiendo las líneas y frenado en falta por Etxeita. Penalti no señalado y consiguiente cabreo del respetable. 
A la jugada siguiente Negredo ¡¡¡Completamente solo!!! lanzó el balón centrado de Cheryshev a las nubes cuando lo fácil era marcarlo, o al menos tirarla entre los tres palos. 
El Valencia comenzaba a dominar el encuentro y a hallar los huecos. A la contra, sin embargo, Muniain pudo desnivelar la balanza en el 29 tras una salida en falso de Mustafi. Su tiro se fue desviado, por suerte. 
El árbitro Gil Manzano iba caldeando los ánimos al tiempo que el Athletic endurecía el juego sin encontrar la sanción correspondiente del trencilla extremeño. Fruto de ese cabreo amonestó a un desesperado André Gomes, que protestaba una y otra vez las veces que era cazado en el campo. El Valencia, pese a las trabas, se marcharía al descanso teniendo una nueva ocasión tras centro de Gayà. Faltaba el remate.

Gol anulado a un silbado Negredo

Gil Manzano no sólo no pitaba las penas máximas, sino que además se ensañaba con las tarjetas a los valencianistas y dejaba libres de culpa a los vascos, mucho más duros en su planteamiento. 
Y parecía que en la segunda mitad llegaría. De hecho, Negredo anotó, pero su gol en el 50' fue anulado por fuera de juego. Gary Neville había intercambiado las bandas pero era André Gomes el que seguía generando más peligro. 
El sustento de Enzo Pérez en la medular le da una libertad al portugués que, acompañada de confianza, le convierten en un puñal capaz de rasgar cualquier línea.
De nuevo Negredo, y a centro de André Gomes, pudo marcar de cabeza. Su remate, sin embargo, fue desviado con la mano por Etxeita. Segundo penalti no señalado. El vallecano, silbado, sin suerte y sin acierto, se marcharía para dejar su puesto a Paco Alcácer, recibido con alborozo por la grada, que inmediatamente continuó reprendiendo al colegiado su nefasto arbitraje. 
Gil Manzano no sólo no pitaba las penas máximas, sino que además se ensañaba con las tarjetas a los valencianistas y dejaba libres de culpa a los vascos, mucho más duros en su planteamiento. 
La entrada de Paco Alcácer es un seguro de vida. En la primera bola que tocó estuvo a punto de marcar, pero Iraizoz desbarató su lanzamiento tras una gran asistencia de André Gomes y un mejor control del internacional de Torrent

Sale Aduriz y todo por el aire

Con el Valencia sin materializar sus ocasiones, Valverde, que es un zorro astuto, sacó al exvalencianista Aduriz para ver si conseguía el premio gordo en Mestalla. Como Alcácer, a la primera que tuvo, casi marca. Su remate, bajo la línea, sin embargo se fue fuera. 
Las tornas habían cambiado definitivamente. El Athletic era ahora el que apretaba y se llevó el premio del gol. Sabin, de cabeza adelantaba a los rojiblancos entrando solo en el punto de penalti. Mina había fallado en la banda y los centrales en el medio. 0-1 y a remar, como diría Émery.
La solución del banquillo valencianista fue sacar a Enzo Pérez, el que más kilómetros recorre para sacar a Piatti. Error, de los que se pagan caros y gol. Fue salir al campo, Parejo perder la bola en la medular, Mikel Rico conducir y Muniaín batir por bajo a Alves. 0-2 y partido resuelto.
Aún Mestalla vería como Aduriz, a la salida de un córner, de cabeza y marcando los tres tiempos, hacía el 0-3. Dolorosa derrota en Mestalla que deja al Valencia de nuevo tan cerca del descenso como de soñar por Europa, es decir, en tierra de nadie.
Pitar a Parejo fue el único aliciente que le quedaba a los aficionados que se mantuvieron en Mestalla hasta el pitido final.  

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