En el segundo acto, las fuerzas se igualaron mucho más. Decido a encapotar al filial valencianista, el cuadro local acogotó cuanto pudo a su rival en el perímetro del área contraria.
El CE l’Hospitalet se resistió a darse por vencido. No estaba dispuesto a rumiar la derrota sin más, por predecible que fuera. Se desplegó con valentía, aceptó un pulso en las áreas y planteó un duelo esgrimista. Lo certificó Cristian Alfonso, que exigió a Alex Sánchez a sacar una mano salvadora. De tú a tú llegó a jugarse el partido. Una apuesta de grandeza que exigió lo mejor del VCF Mestalla, obligado a estar en alerta hasta el último suspiro. Precisamente, su concentración les llevó a firmar unos últimos quince minutos arrolladores. Aridai, habitual en las últimas fiestas blanquinegras, prendió la mecha, y Carlos Soler siguió el recorrido, imponiendo su potencia y llevando al guardameta local, Aulestia, a evitar la explosión final. Los catalanes sudaron la gota gorda hasta el descanso, pero la ventaja mínima de los ché les permitía marcharse al túnel de vestuarios con un pequeño resquicio a la esperanza.
En el segundo acto, las fuerzas se igualaron mucho más. Decido a encapotar al filial valencianista, el cuadro local acogotó cuanto pudo a su rival en el perímetro del área contraria. L’Hospitalet quería alejar al adversario, trabar su circulación de puerta a puerta.
Del posible empate al 0-2 final. Con todo arriba, Caballo aprovechó una internada por el costado izquierdo para centrar y Savall, en su intento de despeje, mandó la pelota al fondo de las mallas
Dejaba la suya abierta y ahí es donde los de Currro Torres trataban de hacer daño. El pelotazo largo se convirtió en la mejor arma ofensiva de un equipo que se desesperaba continuamente tras ver como sus llegadas caían una y otra vez en el entramado blanquinegro. El desarrollo del partido iba golpe a golpe y ahí ganó la partida el VCF Mestalla.
El técnico visitante se dio cuenta de las aspiraciones de los barceloneses. Tal que dio entrada a Charlie y rearmó al equipo con un 5-3-2 con el contraataque entre ceja y ceja. El partido estaba en ebullición, intenso, abierto y con la balanza más regocijada hacia un lado pero con resistencia hacia el otro bando. Todo se puso más de cara para los nuestros cuando en el 74’, Dani Fernández veía la segunda amarilla y se marchaba antes de tiempo del terreno de juego.
Aun así, Cristian Alfonso tuvo en sus botas la igualada aunque su disparo se acabó marchando cerca del palo derecho. Y como suele ser el fútbol, del posible empate al 0-2 final. Con todo arriba, Caballo aprovechó una internada por el costado izquierdo para centrar y Savall, en su intento de despeje, mandó la pelota al fondo de las mallas de su portería. Tranquilidad confirmada. Lo sudó el Valencia Mestalla, que logró ganar con un esfuerzo sobreimpreso. Un triunfo de valor en un partido de altura. Ocho triunfos en los últimos nueve partidos y conseguidos 28 puntos de los últimos 33 posibles. Próxima parada: UE Olot en el Antonio Puchades.