El guardameta del Valencia CF Diego Alves ha logrado un nuevo hito en el club de Mestalla tras disputar su partido oficial número 150 con la camiseta valencianista. Fue en Riazor en el penúltimo desplazamiento del equipo y la directiva de la entidad quiso homenajear al brasileño con la entrega de un cuadro conmemorativo de la efeméride de manos de la presidenta, Layhoon Chan, y el director deportivo, Suso García Pitarch, y ante la mirada y los aplausos de sus compañeros de equipo y cuerpo técnico.
De esos 150 partidos, Alves se queda con dos de Champions League de la temporada en que debutó con el equipo, la 2011/2012, y con el de hace dos temporadas en Almería que certificó la clasificación de nuevo para la Champions. "Ha habido partidos buenos, pero me voy a mi primer año contra el Chelsea en Champions. Fue la primera impresión con la gente de Mestalla y empatamos a 1, pero todo salió perfecto. Mi primer partido en Champions fue en Genk, en Bélgica. Quería que empezase rápido y me salió un partido muy bueno", manifiesta el portero en una entrevista para la televisión del club.
"Mi hijo ya habla valenciano en casa. Yo tengo que aprender más".Cinco años dan para mucho, tanto que ya chapurrea algo de valenciano y admite que debe aprender más porque su hijo ya lo habla por casa. Esa propia exigencia, de hecho, es la que se exige a él mismo sabiendo lo que representa jugar en el Valencia. "Exigencia, trabajo y responsabilidad. Sin eso es imposible que puedas cumplir objetivos en este club".
De todos los compañeros que han pasado por el club, Alves recuerda a Jonas, con el que estuvo muy unido. "He tenido muchos compañeros buenos pero desde el momento que llegué aquí siempre estuvimos juntos. Me enseñó muchas cosas que no conocía del club y la amistad", explica. "Con cada temporada vamos cogiendo más experiencia y sientes que los compañeros te respetan profesionalmente. Me alegro de todo el tiempo que estoy en el club".
Esta temporada Alves está brillando especialmente por los penaltis que está parando a los rivales, una habilidad que ya le ha permitido lograr ser el máximo parapenaltis de la historia de LaLiga Santander. El meta se queda con la pena máxima detenida a Griezmann por su belleza, pero confiesa que ha tenido más difíciles.