El Valencia CF se interesó la semana pasada por el fichaje de Manolo Gabbiadini, uno de los delanteros centro que más gusta a Cesare Prandelli de entre los que se encuentran disponibles para el mercado de invierno. El atacante del Nápoles es uno de los futbolistas que mejor se adaptar a las necesidades que exige el entrenador italiano a su delantero y Suso García Pitarch ha preguntado por él para reforzar el ataque en el segundo tramo de la temporada. Sin embargo, parece una operación complicada.
El principal obstáculo es el precio que solicitaría el Nápoles para dejarle salir, que podría superar los 20 millones de euros. De Laurentiis es un negociador fiero como se demostró con el caso Albiol y pedirá una cantidad demasiado elevado para las arcas valencianistas. Tampoco será sencillo que acepten dejarle salir en condición de cedido, salvo que encuentren un relevo de garantías para sustituirle. Pese a todo, el Valencia CF ha movido ficha para hacerse con el fichaje del italiano. Por ello, ElDesmarque analiza a Manolo Gabbiadini y los motivos por los que le gusta tanto a Cesare Prandelli.
Cesare Prandelli es un gran conocedor de la cantera italiana y, en concreto, de los futbolistas formados en la región de Lombardía. Prandelli colgó las botas en el Atalanta y comenzó allí su carrera como entrenador. Desde entonces es un experto en la cantera de club de Bérgamo. Precisamente allí dio el salto a la élite Manolo Gabbiadini. En 2010 debutó en Serie A vistiendo la camiseta del Atalanta y entró en el punto de mira de Cesare Prandelli, quien llegó a convocarle para la selección de Italia cuando apenas contaba con 20 años. Queda claro, por lo tanto, que se trata de un jugador que el entrenador del Valencia tiene controlado desde hace mucho tiempo.
Por encima de todo, Manolo Gabbiadini es un delantero con gol. Tiene ese instinto goleador que caracteriza a los depredadores del área. En su curriculum no aparece ninguna temporada en la que supere los 20 goles, pero eso está provocado por la falta de continuidad. Su mejor año lo firmó en la temporada 2014-2015, en la que marcó 7 goles con la Sampdoria y 8 en el Nápoles. Fue el año de su explosión, aunque en San Paolo no ha contado con los minutos para mantener esa progresión. En cualquier caso, posee un amplio abanico de recursos para mandar el balón a la red. Es oportunista, uno de esos delanteros capaces de marcar con un solo toque, pero también sabe fabricarse sus propias ocasiones. Además, posee un buen disparo desde media y larga distancia, y es un buen lanzador de faltas.
Pese a que no es un delantero muy desarrollado muscularmente ni posee un físico potente, Manolo Gabbiadini sabe imponerse en el juego aéreo. Es un cabeceador certero y un rematador letal. También sabe jugar de espaldas, peinando el balón para prolongar las jugadas o bajándolo para asociarse con sus compañeros. Precisamente esa capacidad asociativa es una de sus principales virtudes. Pese a que el gol es su principal objetivo, Gabbiadini también sabe asistir y repartir juego entre el resto del equipo. Si no se encuentra en posición de finalizar la acción, no tiene problema en dejar el balón de cara para que acaben la jugada los hombres que llegan desde segunda línea. En resumen, es "un grandísimo jugador", tal y como reconoció Cesare Prandelli tras convocarle para la Nazionale por primera vez.
La posición ideal de Manolo Gabbiadini es la del delantero centro, pero su habilidad técnica y su movilidad le permiten actuar volcado a una banda o por detrás de un nueve referencia. Así lo ha hecho en más de una ocasión a lo largo de su carrera. Cesare Prandelli no sólo es consciente de esa versatilidad del atacante italiano, sino que la considera como una virtud y la destaca cuando le preguntan por el futbolista. "Hizo su debut como delantero centro y lo seguí durante unos meses. Luego jugó en banda en otros partidos y también como segundo delantero", declaró recientemente Prandelli en Sky Sport. En el caso de que llegase a Mestalla lo haría para asumir la responsabilidad de ser el delantero centro titular y ser la referencia en ataque, pero su polivalencia es un valor añadido para apostar por su fichaje.
Manolo Gabbiadini no atraviesa por su mejor momento. No se encuentra cómodo en el Nápoles después de que no haya recibido la confianza que esperaba después de la venta de Gonzalo Higuaín. La lesión de Milik le ha abierto de nuevo las puertas al once, pero no las está sabiendo aprovechar. Sarri ha llegado a apostar por Dries Mertens como falso nueve antes que por Gabbiadini. Prandelli conoce perfectamente la situación que atraviesa el jugador en el Nápoles. "Atraviesa por un momento que todo jugador debe pagar. Tengo un gran respeto por Gabbiadini y también Sarri. El entrenador sabe cómo gestionar la situación", explicó el entrenador italiano. En definitiva, Gabbiadini tiene la mente lejos de San Paolo y aceptaría un cambio de aires en el mercado de invierno. Necesita marcharse a un club en el que pueda tener minutos para continuar su progresión y trabaje para un entrenador que confíe en él.